Me lo Contó la Luna

Por: Claudia Luna 

“No hay nada más rico que comer con hambre”, decía Sarita, la nana de mis hijos, mientras se sentaba pacientemente con ellos a darles la comida. Me parece que éste es un consejo extraordinario y atemporal en un mundo tan preocupado por la buena alimentación, en el que se nos bombardea con recetas y métodos para alcanzar el cuerpo y la salud “perfectos”.

Yo soy de las que no desayunan. Con el estómago vacío, siento que entro en un templo en silencio y puedo escuchar el eco de mis pasos. Es en ese momento de la mañana cuando me vienen las grandes ideas. Podría decir que, si el estómago está ocupado en hacer la digestión, el cerebro no puede trabajar, debido a que la función de ambos está íntimamente ligada. Pero el ayuno no es muy atinado según un montón de especialistas en nutrición, quienes nos recuerdan que el desayuno es la comida más importante del día. A mí, ninguna de estas teorías me convence del todo. Más bien, creo que después de dormir ocho horas y amanecer descansados, el cuerpo está en su mejor momento y lleno de energía, por lo tanto, no es necesario atiborrarlo con un “buen desayuno”.

Hoy leí un artículo con una nueva teoría sobre la vibración y los alimentos que consumimos. Según esta nota, nuestra vibración se eleva al comer frutas y verduras crudas, lo que conlleva un montón de beneficios, incluida la buena suerte.

Entre las teorías interesantes sobre la alimentación están las de los vegetarianos, que a mí en lo personal me hacen sentido. Ellos piensan que el sufrimiento y estrés del animal, por estar en cautiverio para luego ser sacrificado, se quedan en su cuerpo. Son esos sentimientos aunados a nuestras propias emociones lo que nos enferma al comer carne. Un amigo vegetariano dice que le basta con entrar a un rastro y mirarle los ojos a los animales para darse cuenta de la angustia que tienen.

Otra dieta o estilo de vida que está de moda es la Ayurveda y vale la pena echarle un vistazo. Se trata de una práctica ancestral que considera el comer como un acto divino que transforma la relación de las personas con la comida. Según esta práctica, al comer se alimenta al “divino interno” que habita dentro del cuerpo.

También está la lista de los “10 súper alimentos” indispensables para llevar una dieta saludable. Todos la hemos visto en algún momento, más o menos modificada ya que cambia de tanto en tanto dependiendo del autor o la corriente que esté de moda.

Entre tantas dietas, prácticas y estilos de vida, lo más conveniente es escuchar a nuestro cuerpo, ya que lo que le funciona a una persona, no siempre le sirve a otra. Por ejemplo, las dietas a base de proteínas animales, que les pueden ayudar a muchas personas, a mí me caen mal, mi cuerpo se para y me siento en un desierto en donde no corre una gota de aire.

Mi consejo es tomar un poco de todo sin olvidar el sabio consejo de la nana Sarita, porque efectivamente “no hay nada más rico que comer con hambre”.

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