¡¡¡ 3, 2, 1, CERO… COMENZAMOS!!!
Por: Pablo Chávez Meza / @pachame
¡Vaya regalo de Reyes que nos dio el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)!, esto tras informar que la inflación de 2017 fue de 6.77%, la cifra más alta de los últimos 17 años.
Mi tía abuela Godofreda desde hace meses sabía de esto, y no porque sea una funcionaria del INEGI o del Banco de México (Banxico) -¡ojalá y lo fuera!- pero sí es una persona común que acude al mercado a comprar productos básicos, y desde ahí se dio cuenta de lo caro del jitomate, aguacate, huevos y calabazas.
Incluso, en más de una ocasión, en corto me llegó a decir que se le hacía caro el consumo en algún restaurante donde íbamos a comer en fines de semana, incluso en algunos te hacen un cobro adicional por algún extra a tu platillo.
La sabia de mi tía abuela no tiene vehículo, pero sí se le ponen los pelos de punta cada vez que le decía que ponerle gasolina al coche había salido un poco más caro que de costumbre. -¡M´ hijo…, se disparan los precios!, se angustiaba-.
Si bien es cierto que el incremento en el precio de la gasolina sí tuvo un efecto en los resultados inflacionarios del mes de diciembre pasado, Carlos Capistrán, economista en Jefe de México y Canadá del Bank of America Merrill Lynch, confió en que para finales de este 2018, la inflación baje a niveles menores a 4%.
Pero esto, ¿qué significa?, que las familias tendrán que pagar más por productos y servicios, mismo que se traducirá en una baja de consumo, es decir disminuirá el poder adquisitivo de las personas y por ende la famosa cuesta de enero se extenderá hasta el primer trimestre del año.
El analista económico dijo que ante esta situación, el Banxico podrá incrementar la tasa de referencia durante el primer semestre del año y en espera que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), haga lo mismo y con ello pasar de 7.25% a 7.50%, debido a la inflación alta.
Explicó que por los temas del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y las elecciones federales de México van a presionar al tipo de cambio, pero una vez superado estos puntos económico-político a lo largo del año, el banco central mexicano buscará espacio para bajar la tasa de interés interbancaria a niveles de 6% o 6.5% durante el segundo semestre.
Tendremos que estar pendientes a lo que ocurra a lo largo del año, en especial con un punto que no debemos perder de vista, la inseguridad y, confiemos, en que los precios de los productos agrícolas vayan a la baja y los de las gasolinas no sigan ascendiendo, porque entonces sí tendríamos una escalada de precios.
Y en ese sentido, Jaime Hernández, director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) dijo que “a los mexicanos les preocupa el precio de los energético, se trate de gasolinas o de la luz, todos tienen la expectativa de una implementación exitosa de la reforma energética”.
Insistió en que el éxito de la reforma energética y su impacto en precios de gasolina y luz más accesibles pasa por la transformación de las empresas productivas del Estado, CFE y Pemex de empresas vertical y horizontalmente integradas, a un conjunto de subsidiarias que compitan y ofrezcan condiciones de equidad a otros oferentes rivales.
Ante esto, la Comisión Federal de Competencia (Cofece) recomendó a los actores con gran poder de mercado no abusen de éste, ya sea para desplazar o impedir de forma indebida la entrada de otros competidores; que la separación horizontal y vertical de la CFE se implemente de manera efectiva.
De acuerdo a la Cofece, en el caso de la CFE, las distintas empresas de generación de ésta deberán evitar acuerdos e intercambios de información para manipular los precios, restringir la oferta, segmentar el mercado u obstaculizar la participación de otros actores.
Confiemos que esto se cumpla y así contar en el país con precios competitivos en los energéticos.
