Las Serpientes

Por: Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo

Los priistas insisten mucho en detonar la buena relación que existe entre su precandidato a la presidencia de la República, José Antonio Meade Kuribreña, y dos personajes poblanos, el gobernador Gali y el ex mandatario Rafael Moreno Valle.

Afirman que, al menos Rafael, no es de fiar y que no les va a cumplir a los tricolores ni a Meade en entregarles mínimo los 800 mil votos en la elección del próximo 1 de junio, cifra que el equipo del ex secretario de Hacienda se ha puesto como mínima en Puebla para poder pelear a López Obrador la presidencia de la República.

La gran pregunta para la gente del PRI en Puebla es: ¿Y quién más le puede dar a Meade esos 800 mil votos que no sean Gali y Moreno Valle? o ¿A caso creen que ellos solos se los puede dar? Están locos.

La debacle tricolor en Puebla, la cual inició en 2010 tras perder la gubernatura del estado, coincide también con una caída de su votación y de su base, misma que hoy se encuentra mermada y dividida entre el morenogalismo y Morena.

En 2004, en la elección a gobernador del estado, Mario Marín Torres obtuvo una votación de 886 mil 535 sufragios, hasta el momento la cifra histórica alcanzada por el tricolor en la entidad.

Para 2006, en la votación presidencial de ese año, el candidato del tricolor a Los Pinos, Roberto Madrazo Pintado, se fue al tercer lugar y obtuvo sólo 460 mil votos, poco más de la mitad de lo obtenido por Marín dos años antes en los comicios a gobernador. Está de más decir que Mario Marín pactó, como es sabido, con Manuel Espino Barrientos, entonces dirigente nacional del PAN y con monseñor Carlos Abascal Carranza, a la sazón, secretario de Gobernación, el entregar la plaza a cambio de su cabeza por el Lidyagate.

Felipe Calderón ganó Puebla con un total de 743 mil votos y superó a Andrés Manuel López Obrador, quien se quedó a menos de un medio punto de obtener la presidencia de la República. La entidad hubiera sido fundamental para el proyecto del tabasqueño, pero el PAN pactó antes con Marín.

Para 2010, la votación del PRI se mantuvo en la persona de su candidato, Javier López Zavala, quien obtuvo en la elección local a gobernador un total de 883 mil sufragios, pero cayó ante Rafael Moreno Valle y la coalición Compromiso por Puebla, con un total de un millón 111 mil 318 votos, la mayor votación registrada en la historia de Puebla.

Para 2012 la elección presidencial arrojó lo siguientes resultados, Andrés Manuel López Obrador, 864 mil votos; Enrique Peña Nieto, 855 mil; y Josefina Vázquez Mota, 642 mil sufragios.

Fue claro que el morenovallismo, en ese entonces, pactó la elección presidencial con Enrique Peña Nieto, candidato del PRI a Los Pinos, ya que de otra forma el mexiquense no hubiera obtenido los sufragios que logró.

Tan es así que en 2016, tan sólo cuatro años después, la candidata del PRI a Casa Puebla, Blanca Alcalá, obtuvo la votación histórica más baja en la historia del tricolor, tan sólo 643 mil 260 votos, suficientes para ganar cualquier otra gubernatura de las que estuvieron en juego hace dos años, pero no Puebla, el quinto padrón más importante en el país.

Para el PRI ir sin el Verde en Puebla y sin Nueva Alianza, en la elección de julio de este año, es prácticamente un suicidio y si a eso se le suma la dramática forma como se ha hundido el voto del tricolor en la entidad, la tragedia está más que cantada.

La triste realidad el priismo en Puebla es que no les queda de otra más que pactar, so pena de desaparecer políticamente de la entidad y quedar fuera de la contienda que será entre el morenogalismo y Morena, la estructura de Andrés Manuel López Obrador.

Reitero, en la soberbia en la cual se han envuelto muchos priistas que “ven pasar la procesión y no se hincan”, la gran pregunta es: ¿Quién le puede dar 800 mil votos a Meade, que no sean Gali o Rafael Moreno Valle?

 

ERUVIEL ESTÁ PUESTO

El ex gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, está más que puesto para lo que se ofrezca.

Desde hace mucho tiempo en este espacio hablábamos de que el mexiquense podía ser una de las cartas del tricolor a Los Pinos y hoy su nombre vuelve a sonar ante los problemas por los que atraviesa la precampaña de José Antonio Meade, quien no convence ni a los priistas ni a los ciudadanos.

ESTAMPAS POBLANAS

Sucedió el pasado martes en el restaurante El Desafuero, en una mesa comía el ex presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez con su familia, su esposa Liliana e hijos, y en otra muy cercana dos generales morenovallistas, Eukid Castañón y Marcelo García Almaguer.

RECONOCEN AL GOBIERNO DE TONY GALI

El trabajo hecho en los últimos años en materia agropecuaria rinde frutos.

Por primera vez en la historia, Puebla gana la presidencia de la Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Agropecuario (AMSDA).

El mérito es mayor, dado que en los últimos años dicha responsabilidad recaía en administraciones priistas y hoy la administración de Tony Gali se hace acreedor a esta responsabilidad.

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