Pactos panistas

Poco a poco han salido a la luz algunos de los acuerdos a los que han llegado el morenogalismo y el Comité Ejecutivo Nacional, sobre todo con el anayismo, para dar curso a la unción de los candidatos a la gubernatura y presidencia municipal de Puebla. La primera, y muy importante, es que Eduardo Rivera tendrá el margen para definir a su planilla de regidores y al síndico. Una segunda, está íntimamente ligada al juicio de amparo por su inhabilitación que correrá su curso normal, pero sin que haya mayor defensa de sus antiguos adversarios. Una tercera es que Lalo podrá imponer a un candidato a diputado federal y local. ¿Será?

 

Registro entusiasta

Si el registro de Martha Erika Alonso Hidalgo como precandidata del PAN a la gubernatura de Puebla es un termómetro para medir la confianza y unidad de los panistas con miras a los comicios, entonces, no hay duda que las cosas marchan de maravilla. La ex presidenta del patronato del SEDIF acudió a las oficinas del Comité Directivo Estatal del blanquiazul arropada por militantes de diferentes partes de la entidad, pero también por los integrantes de la Organización Nacional del Yunque, en primera fila Eduardo Rivera Pérez. ¿Será?

 

Fuego tricolor

Si en estos días se ha enterado de ataques contra aspirantes del PRI a la gubernatura de Puebla, no se lo tome tan en serio. Se trata exclusivamente de fuego amigo con la finalidad de intentar descarrilar a los oponentes. Quien ha sido el favorito para los atentados es Jorge Estefan Chidiac. Pero también trascendió una reunión de Juan Carlos Lastiri Quirós acompañado por toda su estructura con el gobernador José Antonio Gali Fayad, con la especie de que si no lo ungen como abanderado a Casa Puebla, entonces, se echaría a los brazos del morenogalismo. ¿Será?

 

Comparecencias

Las comparecencias en el Congreso del estado como parte de la Glosa del Informe de Labores del gobernador José Antonio Gali Fayad comenzaron con el pie derecho. El primero en acudir fue el fiscal General del Estado, quien logró capotear con éxito una mala fama que pretendían crearle sobre nulos resultados en el dependencia que está a su cargo. El segundo fue el secretario de Gobierno, Diódoro Carrasco Altamirano, junto con el titular de Seguridad Pública, Jesús Morales Rodríguez. Ambos, hay que decirlo, salieron bien librados por la docilidad de los diputados. ¿Será?

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