Bitácora
Por: Pascal Beltrán del Río / @beltrandelrio
El más reciente reporte de la actividad económica de las entidades federativas (Inegi, 29/I/2018), da cuenta de lo que he comentado varias veces en este espacio: el desarrollo disparejo de las regiones norte y sur-sureste del país. La primera sigue creciendo mientras la segunda profundiza su rezago.
Quizá en algo hayan incidido los sismos de septiembre pasado, que afectaron a varios estados del sur, pero el desgarramiento del país en cuanto a sus tasas regionales de crecimiento económico ha sido una constante que debería ocuparnos.
Los nueve estados que forman la región norte –los seis de la frontera, además de Baja California Sur, Sinaloa y Durango– crecieron a un promedio de 2.9% a tasa anual al tercer trimestre de 2017.
En cambio, los ocho estados de la región sur-sureste –Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo– tuvieron una contracción económica de (-)2.4% en el mismo lapso.
Mientras en el norte crecieron seis de los nueve estados (las excepciones fueron Durango, Sinaloa y Tamaulipas), en el sur-sureste sólo tres de las ocho entidades tuvieron números negros en ese rubro (Guerrero, Yucatán y Quintana Roo).
El desarrollo de una y otra regiones obedece a factores sociales, culturales, políticos y económicos, pero también puede ser ligado a los niveles de recaudación de los estados.
De acuerdo con un trabajo realizado en estas páginas por mi compañera Olimpia Ávila –quien analizó las leyes de Ingresos para el ejercicio fiscal 2018 de los 32 estados de la República–, la región norte tiene niveles de recaudación que hace depender a sus estados mucho menos de la Federación que los de la región sur-sureste.
Los nueve estados de la primera zona tienen una recaudación propia equivalente a casi el doble de la de los ocho estados de la segunda.
En tanto que en el norte se recauda en promedio ocho mil 445 millones de pesos por entidad, en el sur-sureste se recaudan cuatro mil 771 millones de pesos.
Los primeros dependen de los recursos de la Federación para sus erogaciones en un promedio de 83%; los segundos, en 90 por ciento.
Por habitante, la región norte, que tiene una población de 26.3 millones, recauda dos mil 890 pesos, mientras que la sur-sureste, con sus 24.5 millones de habitantes, recauda sólo mil 552 por persona.
Es justo decir que la mayor dependencia que tiene la segunda respecto de los ingresos de la Federación parece traducirse en un menor desarrollo económico, y viceversa para la primera.
En cuanto a la afiliación política de los gobiernos de una región, en el norte cuatro de los nueve estados son gobernados por Acción Nacional (Baja California, Baja California Sur, Chihuahua y Tamaulipas), uno por la coalición PAN-PRD (Durango), tres están en manos del PRI (Coahuila, Sinaloa y Sonora) y uno más eligió a un gobernador sin partido (Nuevo León).
De los ocho estados de la región sur-sureste, cuatro son gobernados por el PRI (Campeche, Guerrero, Oaxaca y Yucatán), uno por el PRD (Tabasco), uno por la coalición PAN-PRD (Veracruz) y uno por el Partido Verde (Chiapas).
Habrá que ver cómo se traducen electoralmente la creciente prosperidad del norte y el continuo rezago que se experimenta en el sur. ¿Afectarán estas diferencias el apetito de cambio político en cada una de las dos regiones?
Por cierto, ninguna de las entidades del norte elegirá gobernador este año, mientras que la mitad de los estados del sur-sureste renovarán su Ejecutivo (Chiapas, Tabasco, Veracruz y Yucatán). Y mientras la primera región ha tenido una participación promedio en las tres elecciones presidenciales más recientes de 57.88%, la de la segunda ha sido de 61.62%, casi cuatro puntos más.
Buscapiés
Ayer tuvieron su primer encuentro público –de hecho, fue la primera vez que estuvieron juntos– Tatiana Clouthier y Aurelio Nuño, coordinadores de las precampañas de Andrés Manuel López Obrador y José Antonio Meade, respectivamente. Ambos aceptaron amablemente la invitación que les hice para tener un diálogo en la Primera Emisiónde Imagen Radio. Se les unió Damián Zepeda, presidente nacional del PAN, en representación del precandidato Ricardo Anaya, quien aún no ha nombrado a su coordinador. A los tres les agradezco haber asistido a la cabina y la conversación de altura que allí tuvieron, tanto al aire como en las pausas comerciales.
