Las Serpientes
Por: Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo
Aunque en apariencia las cosas caminan bien en Morena, esto no es del todo cierto.
A un día de que Andrés Manuel López Obrador inicie una gira de trabajo por esta entidad, las cosas no marchan bien dentro de su partido en el estado.
Una muestra de esto ocurrió el domingo durante un evento celebrado en Acatzingo y organizado, faltaba más, por el orgullo de esas tierras, el candidato al Senado y todavía diputado federal, Alejandro Armenta Mier. La convocatoria fue muy importante por ser precisamente Alejandro originario de esa zona del estado.
La cita era a las 18:30 horas en un salón social de dicha localidad, Armenta llegó a las 17 horas y de inmediato se dirigió al lugar, pero cuál fue su sorpresa al encontrar el sitio ocupado. Al preguntar a los encargados del espacio por qué había gente, la respuesta fue que nadie había reservado el sitio, lo cual le correspondía hacer al dirigente estatal de Morena, Gabriel Biestro.
Armenta montó en cólera y le reclamó a Biestro, quien reconoció que se le había olvidado apartar el lugar. Al ex priista no le quedó de otra que de inmediato ir a rentar otro inmueble y comenzar a arreglar el sitio, el cual quedó listo a las 18:30 para recibir al secretario de organización y ahora precandidato a la gubernatura, Luis Miguel Barbosa Huerta.
Pero las cosas no quedaron ahí, Armenta y su gente tuvieron que esperar más de dos horas a que pudiera llegar al lugar el precandidato Barbosa, quien ni siquiera se disculpó por el retraso, lo cual ocasionó la molestia de Armenta y su gente.
Al interior de Morena algunos grupos sospechan que el dirigente estatal de este partido, Gabriel Biestro, opera a favor del morenogalismo y es una especie de caballo de Troya, incrustado al interior de este partido y está encargado de pasar información al adversario, pero también de tratar de boicotear algunos eventos, principalmente los que organiza el candidato al Senado de la República.
Las desconfianzas al interior de Morena crecen y todos se acusan de ser infiltrados y gente que opera para Casa Puebla y el morenogalismo, la duda ha comenzado a ganar terreno y sólo esperan la llegada de Andrés Manuel para acusarse unos a otros durante gira de cuatro días que realizará el tabasqueño por Puebla.
La división al interior del partido tiende a crecer, ya que este fin de semana se llevarán a cabo también las asambleas para la elección de los candidatos a diputados federales, posiciones que serán muy peleadas y existen severos riesgos de ruptura ante las decisiones que se han tomado de marginar a muchos de los aspirantes.
Un caso ha sido el del ex secretario General de Gobierno en la pasada administración, Fernando Manzanilla Prieto, quien originalmente se había dicho que iba a contender como candidato por el Partido Encuentro Social por el distrito 9 con cabecera en Puebla capital, y ahora, según versiones, ya habría sido bajado de la contienda.
A un día de que inicie la visita de López Obrador a Puebla, las cosas están que arden al interior de este partido, el cual no es ajeno a la lucha por el poder que se da en cualquier organización.
VA ROSA MÁRQUEZ
La ex funcionaria en el gobierno de la ahora Ciudad de México, Rosa Márquez, esposa de Jorge Méndez Spínola y mamá del activista David Méndez, será la abanderada de Morena a la Presiencia Municipal de Puebla.
Márquez trabajó al lado de López Obrador en el entonces gobierno del Distrito Federal y después lo hizo con su sucesor, Marcelo Ebrard, siendo parte del gabinete de ambos personajes.
Rosa Márquez es muy cercana al Señor de las Ligas, René Bejarano, y a su esposa, la senadora Dolores Padierna.
Precisamente la esposa de López Obrador, Beatriz Gutiérrez Müller, en su paso como periodista en Puebla, bautizó a Rosa Márquez y a Rosa María Avilés, cuando eran integrantes del Partido de la Revolución Democrática, como las “rosas salvajes”, y no se equivocó.
La designación de Rosa Márquez abrirá un hueco más al interior de Morena, que al parecer se autodestruye para poder ganar Puebla y si no, al tiempo.
