Infierno, Purgatorio y Paraíso
Por: Luis Leal / @Luis_LealM
¿Que tienen en común Donald Trump, el Brexit, Maduro, y Andrés Manuel López Obrador?
Todos ellos surgen como la respuesta de la sociedad a una clase política que se encerró en una burbuja y olvido los valores por los que llegaron al poder.
La ola populista o de hartazgo político como me gusta llamarla en la cual nos encontramos en este momento es una respuesta de la sociedad civil, que enojada, harta de la crisis económicas, de la violencia y del incremento de la desigualdad social y económica que se vive opta por buscar una nueva forma de gobernar, desafortunadamente lo que representan los ejemplos anteriores demarcan un autoritarismo y una clara falta de tolerancia hacia las diferentes ideas y corrientes de pensamiento que habían marcado la segunda mitad del Siglo XX y principios de este siglo.
El caso mexicano no difiere de los demás, la ola de violencia, la falta de un crecimiento económico en la población en el decil con menos recursos económicos, y la falta de sensibilidad política ante la coyuntura nacional e internacional, aunado a los escándalos de corrupción económica y política han creado lo que llaman algunos como una “Tormenta perfecta” y vaya que lo es con un gobierno con poca o nula credibilidad, con un entorno económico complejo que fue ocasionado por una mayor deuda del Estado y por la actual re-negociación del TLCAN, y la franca incapacidad de los miembros de la clase política de combatir la mayor ola de violencia registrada en nuestro país son los ingredientes. el Establishment político actual enfrenta sus peores temores creados por su propia incapacidad o falta de consenso para resolver lo mas urgente. Y le han dado las herramientas perfectas para el nuevo mesías mexicano.
Un candidato que ha expresado su intención de acabar con la corrupción por medio de la fuerza, con la amenaza de mandar a la cárcel a los miembros de otros partidos políticos y modificar las reglas del juego político mexicano bajo la bandera de la “esperanza” es una muestra de que el populismo tiene todo para ganar este 2018 en nuestro país. El hartazgo político y la promesa de la esperanza siempre son un coctel difícil de vencer, aunado a que el voto por enojo se ha empezado a alinear con esta corriente.
Sin embargo este populismo representado en su máxima figura por Andrés Manuel, tiene entre sus filas a personajes de otros partidos políticos señalados por corrupción o falta de compromiso verdadero con la población.
Es por eso que este 2018 marcara un hito en nuestra joven democracia, ¿Quién ganara? ¿El voto enojado? ¿El voto informado? O ¿la falta de legitimidad para nuestros siguientes gobernantes?
P.D. Recuerden que el se enoja pierde.
