Las Serpientes
Por: Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo
Enrique Doger Guerrero, el precandidato del PRI a la gubernatura de Puebla, juega un papel preponderante en este proceso electoral; sin lugar a dudas es quien pude inclinar la balanza hacia uno u otro lado, independientemente de que mantiene posibilidades de ganar.
El hábil ex rector de la máxima casa de estudios y también ex presidente municipal sabe que sus posibilidades de ganar Casa Puebla se reducen al mismo tiempo que la campaña de José Antonio Meade Kuribreña se hunde en las encuestas, pero tiene a su favor ser el fiel de la balanza en la elección.
Hasta el momento, la entrada de Enrique Doger a la contienda equilibró las cosas y evitó una fuga mayor al interior del PRI, partido que aun así resiente la salida de dos diputados locales, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, líder en la región de Tepeaca, y Rosalío Zanatta, en Ajalpan.
Sin Doger en la boleta, la debacle tricolor hubiera sido peor, porque tal y como lo he escrito en este espacio, hubiera quedado muy en claro que la gubernatura estaba negociada entre Los Pinos y Moreno Valle.
El ex rector detuvo un poco la migración de cuadros del tricolor hacia otras fuerzas políticas, principalmente Compromiso Por Puebla y Movimiento Ciudadano, pero está en tercer lugar en las preferencias y en medio de un duelo, el cual sólo parece ser entre dos, el morenogalismo y Morena.
¿Entonces por qué aceptó Doger la candidatura? Creo que la respuesta es más que elocuente. Inteligente como es, el ex alcalde sabe que es el fiel de la balanza en esta elección, la cual está muy equilibrada y hacia donde se incline el académico, hacia allá es a donde se pueden ir las cosas.
Asumo que esta es mi interpretación, a título personal de las cosas, pero intuyo que Doger terminará por negociar con quien más le convenga a cambio de algo, al final no será un perdedor, ganará perdiendo y sacará provecho de su posición.
Doger tiene nexos y buena interlocución con el morenogalismo, los cuales datan de hace tiempo, no son de ahora, y donde ha habido, como en todas las relaciones, altas y bajas.
Con Morena ocurre lo mismo, previo a su designación el ex rector se barajó como una de las propuestas de este partido a la gubernatura o a la presidencia municipal de Puebla.
Su alter ego, Ignacio Mier Velasco, es su interlocutor con las huestes de López Obrador y con Manuel Bartlett, el ex gobernador, quien tiene una influencia notable en las decisiones de Puebla.
Por increíble que pudiera parecer, Doger hoy tiene la sartén por el mango, como se dice coloquialmente. Es el fiel de la balanza por donde se quiera ver.
Su papel es determinante para legitimar el posible triunfo de Martha Erika Alonso, si es que se da, o para darle el tiro de gracia al morenogalismo, si es que decide apoyar a Morena y sumar sus fuerzas a las huestes de El Peje.
Doger lo sabe y a eso juega, los 12 y hasta 15 puntos de preferencia electoral que tiene su partido en Puebla son clave y a eso juega el ex rector y ex alcalde.
GERARDO ISLAS SERÁ DIPUTADO LOCAL
Quien ya prepara las maletas para dejar la Secretaría de Desarrollo Social es Gerardo Islas Maldonado, quien cumplirá el viejo sueño de convertirse en candidato a diputado local por el distrito de Izúcar de Matamoros, el cual conoce a la perfección.
Islas será abanderado por su partido, Nueva Alianza, el cual buscará sumar una candidatura común a su favor en esa zona del estado de Puebla.
Gerardo es el único que puede sumar de esta forma al partido magisterial en Puebla y prueba de ello es la comida que tuvo con Emilio Salgado, presidente de Nueva Alianza en Puebla; los líderes de las secciones 23 y 51 Alejandro Ariza y Jaime García Roque, así como el maestro Ramiro Torres, representante de Juan Díaz en Puebla.
Desde hace tiempo mencioné que la legislatura local no es negociable, de ahí que el grupo en el poder echa mano de uno de sus mejores cuadros para ganar Izúcar de Matamoros, ni más, ni menos.
