Malas noticias para el PRI
La salida de Víctor Gabriel Chedraui del tricolor y su postulación como precandidato a la alcaldía por el Pacto Social de Integración no puede ser más que un nuevo descalabro para el priismo poblano debido a que será un factor que arrancará una buena cantidad de sufragios en la elección al partidazo y, seguramente, se posicionará como una figura importante ante un desconocido y timorato abanderado priista Guillermo Deloya Cobián, quien carece de todo: estructura, conocimiento y arraigo. Gabriel Chedraui, por el contrario, tiene suficientes cartas y estructura política para pelear la presidencia. ¿Será?
La llegada de Scherman
El Comité Ejecutivo Nacional del PRI decidió designar como su delegada en Puebla a María Esther Scherman Leaño, una mujer con una amplia experiencia en la política partidista y conocida por tener una mano dura para ejercer el poder. Esta última es la razón por la cual aterrizó en Puebla, ya que, a través de ella, pretenden que el tricolor se mantenga en unidad pero también que la movilización para la jornada electoral se encuentren bien estructurada y organizada para que no haya ninguna sorpresa. ¿Será?
Puntada de El Bronco
El que se voló la barda fue Jaime Rodríguez Calderón, alias El Bronco, quien bautizó a Morena como PRIeta, por aquello de que el partido de Andrés Manuel López Obrador se ha llenado de muchos personajes con pasado tricolor. El mandatario de Nuevo León, quien ya logró las firmas que requiere para ser candidato independiente a la Presidencia de la República, anda en plena lucha con motivo de la elección y no ha dudado en tener como principal centro de sus críticas al tabasqueño y dueño del Movimiento Regeneración Nacional. ¿Será?
Ataques y guerra sucia
Pese a que se esperaban precampañas aguerridas, lo cierto es que Martha Erika Alonso Hidalgo ha sido sometida a un duro e intenso ataque por diferentes circunstancias. Al ser quien encabeza los principales sondeos de opinión, no es gratuito que sus más cercanos competidores tengan como estrategia golpear cuanto más se pueda a la favorita y de esa manera intentar arrebatarle apoyos. Sin embargo, los opositores deben tener cuidado porque están en la muy delgada línea de caer en una violencia política de género, lo cual puede resultar contraproducente. ¿Será?
