Las Serpientes

Por: Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo

Em la próxima elección del 1 de julio, mucho de lo que estará en juego dependerá de cuál es el sentimiento que prevalece entre los mexicanos, si el enojo o enfado de millones o el miedo que también una buena parte siente sobre el probable arribo de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la República.

El politólogo y mercadólogo David Mendoza, de Uno Consultores, en diversas ocasiones ha destacado la importancia del Mood Social, el “clima emocional” en el cual se llevan a cabo los procesos electorales.

Mendoza también ha destacado en diversas ocasiones que es inminente que en la mayoría de los electores lo que prevalece al momento de ir a emitir su sufragio es el sentimiento.

Es decir, la acción de ir a votar obedece más a una emoción que a una acción motivada por el razonamiento. De ahí que sean más importantes los escándalos, las historias de vida o los ataques, que las propuestas, las cuales muy pocos toman en cuenta.

El clima social que prevalece en este momento en el país es de enojo, de molestia entre gran parte de la población, la cual se siente desilusionada ante la inseguridad que predomina en el país, pero también porque económicamente las cosas no van bien.

Estas dos variables son las que sin duda tienen hundido al candidato del PRI a la presidencia de la República, José Antonio Meade Kuribreña, quien representa en los hechos al partido que hoy tiene a México sumido en este clima social.

El enfado social ha sabido ser capitalizado de manera extraordinaria por el precandidato de la oposición, el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador y su partido Morena, quien hábilmente utiliza el eslogan La esperanza de México.

Eso representa López Obrador para millones de mexicanos, la esperanza de un cambio que termine con las crisis sexenales recurrentes, que han hundido en la pobreza a una buena parte de la población de este país.

Una gran mayoría del voto de López Obrador obedece a la lógica del enfado social, el enojo que hay en contra del sistema representado por el PRI y por el PAN.

La campaña orquestada en contra de Andrés Manuel en 2006, la cual lo calificó como “un peligro para México”, surtió y sigue surtiendo efecto en el ánimo del electorado, sobre todo de clase media, que ve en el tabasqueño un personaje cercano a algunos de los líderes de la izquierda sudamericana.

La maniobra puesta en marcha por el equipo de López Obrador en este 2018, basada en el “Ya sabes quién”, ha mitigado de manera efectiva la supuesta amenaza que López Obrador representa para el sistema neoliberal instaurado en México desde el arribo de Miguel de la Madrid, en 1982.

Enojo contra miedo miden fuerzas en este proceso electoral, en medio de un clima social, en el que prevalece el primero. Ambos sentimientos se pelean una base electoral de 20% de indecisos, de acuerdo con los últimos sondeos, los cuales o bien no han definido su voto, no irán a votar o simplemente no contestaron.

Este ambiente es lo que hace que aunque todo parece indicar que López Obrador va a ganar la elección, la moneda aún este en el aire, rumbo al domingo 1 de julio, fecha clave en la historia moderna de México.

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