Garganta Profunda
Por: Arturo Luna Silva / @ALunaSilva
Luis Miguel Barbosa Huerta reportó ante el Instituto Electoral gastos de precampaña por sólo 238 mil 378 pesos, cuando en realidad ascendió a ocho millones 213 mil pesos.
En un serio problema se ha metido el candidato de Morena al gobierno del estado de Puebla, Luis Miguel Barbosa.
Y es que violó diversas disposiciones a la normatividad electoral en materia de fiscalización, lo que indudablemente ameritará una serie de quejas o denuncias ante el INE y le acarreará diversas sanciones.
El senador con licencia reportó gastos de precampaña por sólo 238 mil 378 pesos cuando en realidad su verdadero gasto ascendió a ocho millones 213 mil pesos.
El precandidato incumplió con la ley y fue omiso para transparentar los cuatro rubros que el INE solicita en materia de fiscalización.

Barbosa dio cuenta de 33 eventos, pero de 15 de ellos no reportó los gastos realizados, lo cual a todas luces significa una burla a la autoridad electoral.
Por si fuera poco, omitió los contratos que por ley los precandidatos deben presentar e increíblemente declaró en ceros en rubros como propaganda, utilitarios, publicidad en internet, producción audiovisual y propaganda en vía pública, cuando fue evidente que durante su precampaña sí gastó en estos conceptos.
Un claro ejemplo de las graves y numerosas inconsistencias en que incurrió el ex perredista es lo sucedido en el concepto “Arrendamiento eventual de bienes muebles”.
Barbosa aseguró ante el Sistema Integral de Fiscalización del INE que no invirtió un solo peso en este rubro.

Pero dijo una mentira.
Y es que el pasado 6 de febrero, mediante Hugo de Jesús Orozco Caballero, el precandidato de Morena signó un contrato de arrendamiento con el Salón Country San Manuel S A de C V para la realización del evento que el 10 de febrero sostuvo en ese lugar con jóvenes.
El precio total que Barbosa pagó, pero no reportó como gasto de precampaña, fue de 52 mil 200 pesos.



Eso no es todo: Morena no cumplió al 100% con ninguno de los cuatro rubros que exige la autoridad electoral: aportaciones, proveedores, contrataciones y eventos.
Lo más grave es que muy probablemente haya rebasado el tope de precampaña al gastar un millón de pesos más que los siete millones de pesos permitidos.

Según dijo al INE, durante su precampaña Barbosa hizo estos únicos gastos:
- Transporte terrestre de personal: 29 mil 122.65 pesos.
- Eventos políticos: 204 mil 384.00 pesos.
- Gasolina: 4 mil 502.08 pesos.
- Casas de precampaña: 369.43 pesos.
Un total de 238 mil 378.16 pesos.
La realidad, sin embargo, es otra.
El pasado 31 de enero, El Universal publicó un video en el que dejó al descubierto la movilización de Morena para los eventos de Andrés Manuel López Obrador en Puebla; en ese video se ve claramente a Luis Miguel Barbosa calculando con operadores políticos el presupuesto económico de renta de vehículos y gasolina.
Pero renta de vehículos y pago de gasolina no fueron obviamente los únicos gastos realizados durante la gira del precandidato presidencial –que duró cinco días y concentró a 200 mil poblanos según las propias cifras de Morena– y durante la precampaña del propio Barbosa.
Barbosa invirtió –aunque no precisamente reportó al INE– en asuntos tan indispensables como producción y edición de videos, pauta para redes sociales, renta de lonas y equipo de audio, renta de escenarios y sillas, hospedaje de AMLO y su comitiva, y otros muchos gastos operativos sin los cuales sencillamente no podría haber hecho precampaña.
De hecho, este sería un resumen del costo estimado de la gira de López Obrador por Puebla:

Sí, ocho millones 213 mil 100 pesos.
Es decir: siete millones 974 mil 722 pesos más que lo reportado al Sistema Integral de Fiscalización del INE.
Y, que no se olvide, un millón 213 mil pesos más que el tope de gastos para precampaña al gobierno del estado.
La pasada semana el presidente estatal del PAN, Jesús Giles Carmona, acusó a Barbosa de actuar con cinismo y de querer burlar a las autoridades electorales, retándolo a cumplir con la ley y comprobar los gastos reales de su precampaña.
No sería extraño, entonces, que ese partido, o tal vez el PRI, presente una denuncia ante el INE en contra del precandidato de Morena.
Una denuncia que habrá que ver hasta dónde llegará y cómo impactará en el actual proceso electoral.
