La Loca de la Familia
Por: Alejandra Gómez Macchia / @negramacchia
No sorprende, pero sí sorprende… finalmente, las sorpresas se dan cuando algo es inesperado. ¿Qué podemos esperar de la clase política? ¡De toda! Incluido el “inmaculado” círculo del mesiánico AMLO, a quien hemos visto transitar de la locura a la serenidad. Del incendio a la más fría escarcha. El señor no es tarugo. Y al no ser tarugo tiene bien medidos a los que sí lo son y votarán por él aunque incluya entre sus apóstoles a personajes impresentables. Lleva años haciéndolo, ¿no? Pian-pianito, ha cooptado a algunos miembros de su odiada mafia del poder. Ya vemos engrosar las filas de su movimiento a personajes que otrora hubiera sido impensable verlos ahí. No nos sorprenda, entonces, que un prófugo de la justicia vaya a llegar por vía pluri al senado. Sólo porque el impoluto y sempiterno aspirante a la presidencia así lo decidió. Es perverso, que no nos quepa la menor duda. Es perverso como buen pastor cristiano, que por un lado eleva plegarias cantadas al altísimo, y por el otro canta y cuenta y da cuenta de los recursos de su congregación. En esta ocasión ya nada es arbitrario. No va a ciegas y a locas peleándose con medio mundo. El tiempo le ha enseñado que el grito placero no es más que una saturación de ecos que desaparecen en la plaza pública. Acá en Puebla ha impuesto (porque el señor no consulta, sino impone) a una candidata muy peculiar para una de sus posiciones en San Lázaro. Es una mujer estridente que atrae a las masas por su consabida vulgaridad. La gente ya murmura: “cómo es posible que una persona que jamás ha tenido vela en el entierro en el mundillo político vaya a jugar una elección para diputada”. Pensándolo bien, ¿por qué no habría de hacerlo? Estamos hablando de MORENA, señores, lo que se asocia inmediatamente con un populismo exacerbado y cínico. Nay Salvatori encaja perfecto entre las nuevas compañías de López Obrador. Puras malas compañías, como Bartlett, como José Juan Espinosa, como el señor de las ligas, como el propio Napoleón Gómez Urrutia. Nada de qué escandalizarnos. Su ejercito es una panda de orcos adictos al canibalismo. Personajes sórdidos. MORENA, ya se sabe, pepena adeptos. Los tránsfugas panistas y priistas que salen de sus partidos como criadas ladronas con sus cajitas de jabón Fab. MORENA es, al final de cuentas, una pequeña sucursal del Bordo de Xochiaca.