Sin Derecho de Réplica
Por: Alberto Rueda / @AlbertoRuedaE
La tardía presencia en Puebla de José Antonio Meade, candidato a la Presidencia de la República, y Enrique Ochoa Reza, dirigente nacional del PRI, representó para la militancia del tricolor una bocanada de aire fresco en medio del desánimo y la desesperanza.
El propio Leobardo Soto en un dejo de honestidad, que después disfrazó de broma, señaló el pasado viernes que la alcaldía de Puebla con Guillermo Deloya “es la única que vamos a ganar”, provocando la risa nerviosa de los presentes.
Obviamente después se retractó, pero el comentario estaba hecho.
Ese es el ánimo generalizado de los priistas poblanos, quienes en la etapa de precampañas se sintieron abandonados por el dirigente y el precandidato.
A este desánimo hay que agregarle que el PVEM y el Panal decidieron no competir en alianza con el tricolor, lo cual pone al partidazo en franca desventaja.
Personajes de otros partidos han reconocido en Enrique Doger la mejor opción que tuvo el PRI para una competencia como lo es la pelea por la gubernatura de Puebla.
Incluso, algunos panistas ven como mejor competidor a Doger que a Barbosa de Morena.
Personalmente comparto esta visión: Doger resulta competitivo como no lo fue Blanca Alcalá y como no podría haberlo hecho Lastiri, Zavala, Chidiac, y otros más.
Pero también estoy de acuerdo que “la marca PRI” pasa por un difícil momento, con un gobierno federal que ha ido de tropiezo en tropiezo y con dos fuerzas políticas (PAN y Morena) que se han encargado de capitalizar estos errores.
Porque en contraparte, el PRI tampoco ha sabido “cacarear” los aciertos de Peña Nieto, que hay que decirlo, también ha tenido.
El evento de ayer que reunió a un gran número de militantes y liderazgos fue como un RCP a un PRI poblano que ha transitado en esta primera etapa del proceso electoral, al borde del precipicio.
El mensaje de Meade y luego de Doger logró cautivar a sus interlocutores.
El candidato presidencial pronunció un mensaje de cercanía con la gente, con los sectores, pero sobre todo de respaldo real y sin simulaciones.
“Con toda seguridad vamos a ganar en Puebla. El único acuerdo para Puebla es ganar y con Enrique Doger sí ganamos”, dijo una y muchas veces Meade Kuribreña.
En lo que sí quedó a deber el precandidato es que no tocó con una sola de sus palabras al morenovallismo, lo cual provocó un ligero “sospechosismo”.
Quien sí se atrevió fue el ex ector de la BUAP, quien hoy enfrenta un gran desafío, que no será nada sencillo.
La única manera como verdaderamente el PRI puede hacer que esta contienda sea de tres candidatos y no sólo de dos, es que sinceramente se dejen a un lado las mezquindades y eviten el canibalismo político como ha sucedido hasta ahora.
Ya veremos.
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El Congreso del Estado tomó protesta a Marcelino Sánchez Rivera como su nuevo director administrativo.
Su llegada obedece a la necesidad de terminar este histórico periodo de cuatro años y ocho meses de la mejor forma y sin señalamientos en materia de transparencia.
De esta forma, la Junta de Gobierno y Coordinación Política refuerza su objetivo de mantener las acreditaciones obtenidas en los últimos años.

