Barbosa y el discurso
A Luis Miguel Barbosa Huerta se le acabaron los argumentos discursivos como candidato o pretende utilizar la vieja teoría del nazi Joseph Goebbels de repetir mil veces una mentira para que se vuelva verdad. El comentario viene a cuento porque el ex perredista insiste en vender la idea de que existe un acuerdo entre la cúpula nacional del PRI y Rafael Moreno Valle para que le entreguen la plaza a cambio de que apoye al candidato presidencial José Antonio Meade Kuribreña, quien vino la semana pasada a Puebla, pero evitó mencionar a alguien en particular por los problemas que enfrenta la entidad. Veamos si la estrategia resulta o se le acabaron las balas a Barbosa. ¿Será?
El extravío de CxP
Mientras partidos pequeños como el Social de Integración, el del Trabajo o Verde Ecologista andan muy movidos en el reclutamiento de cuadros políticos que les ofrezcan una alta competitividad electoral, es el momento que no se sabe nada de Compromiso Por Puebla, que es dirigido por la mancuerna de Ángel Trauwitz Echeguren y José Alarcón Hernández. A lo sumo, nos enteramos que alguien de ahí adentro cometió la burrada de programar un spot fuera de tiempo de precampañas y ahora serán posiblemente sancionados, pero nada más. ¿Será?
Incogruencia morenista
En un acto verdaderamente vergonzoso, los propios militantes y líderes de organizaciones han tenido que salir para hacer frente a su dirigencia estatal y nacional por la integración de la lista de candidatos a diputados federales. En esta ocasión, le tocó a la disidencia magisterial, pues recordó que fue el propio Guillermo Aréchiga Santamaría, hoy abanderado del partido de López Obrador, quien le tendió una trampa al icónico líder de la UPVA 28 de Octubre –que respalda ampliamente a Morena–, Rubén Sarabia, para que fuera detenido. ¿Así o más incongruentes? ¿Será?
Los pasos de Manzanilla
Una vez que se dio a conocer que Fernando Manzanilla Prieto fue designado candidato a diputado federal por el distrito 12, con sede en Puebla, más de uno comenzó con las apuestas sobre si el cuñado incómodo tendrá los tamaños para competir en una elección abierta. En su contra pesan, por ejemplo, su nula experiencia en estas lides. A lo sumo fue coordinador de campaña, pero nunca se ha raspado los zapatos en las calles como abanderado. También tiene una escasa competitividad electoral, al menos que en Morena se hayan inventado encuestas que lo posicionen en un muy buen lugar. ¿Será?
