La entrega 

Por: Adrián Ruíz

Pocos, muy pocos, creyeron en el gobernador Tony Gali cuando expresó que dedicaría el año con ocho meses de su administración a trabajar por Puebla. La mayoría apostó porque buscaría un puesto en la política local. El tiempo le dio la razón al mandatario poblano.

Para Tony Gali la familia es primero. Ningún cargo, por importante que sea, está por encima de la unión familiar. Nació y creció en Puebla, colonias como Santa María y la Unidad Guadalupe fueron testigos del arraigo que tiene y presume el gobernador poblano.

Tony Gali y su familia, al contrario de otros ex mandatarios de Puebla, al finalizar su gestión seguirá radicando en la tierra que lo vio nacer. No emigrará a otra parte del país o el mundo. A partir de agosto de 2018 abandonará la administración pública y se dedicará a su familia.

Tampoco es extraño que su hijo Tony Gali López decidiera bajarse de la aspiración a la senaduría. Sus planes inmediatos son otros. Su juventud le permite ese lujo. Tiene tiempo de sobra para cimentar una carrera política.

La familia Gali López es prioritaria. Bajo ninguna circunstancia el jerarca permitirá que los poblanos los rechacen. Y menos que sientan que aprovecha su situación para favorecer a alguno de los integrantes de su familia.

Por ello, el gobernador trabaja de tiempo completo en favor de los poblanos. Así lo hará hasta el último día, cuando entregue la estafeta a quien resulte favorecido en las urnas en julio próximo.

El mandatario estatal se trazó metas a corto plazo y las ha cumplido. Desea entregar cuentas favorables a los poblanos que confiaron en él.

Como muestra, el miércoles voló a Alemania, donde negociará con los dueños de la empresa automotriz Audi beneficios e inversiones para Puebla. También se entrevistará con otros empresarios del mismo ramo a fin de vislumbrar la posibilidad de abrir mercado a través de Puebla.

A su retorno, programado para el miércoles 7 de marzo, con seguridad traerá buenas noticias para Puebla. Si algo caracteriza a Tony Gali es su capacidad negociadora. Sabe cómo hacerlo y lo hace bien.

Tony, contra los pronósticos de muchos, llegó a la cúspide del poder en Puebla en un ascenso vertiginoso. De la misma manera dejará la política a un lado.

 

Reporte del informante

Candidatos adormilados. Mientras la candidata del PAN a la gubernatura de Puebla, Martha Erika Alonso, tiene todo listo para emprender su campaña, Enrique Doger Guerrero (del PRI) y Luis Miguel Barbosa (de Morena) duermen en sus laureles.

La ventaja en las preferencias de Martha Erika no la hacen que se confíe; por el contrario, quiere incrementarla para conseguir el objetivo.

Para descarrilar a la panista, ambos contendientes requieren de estrategias convincentes. Y ninguno de los dos cuenta con los argumentos necesarios.  Al parecer, recurrirán a los golpes bajos sin credibilidad para los electores, quienes están ávidos de propuestas.

La campaña de acercamiento con la ciudadanía por parte de Martha Erika, sumará votos a su favor. Sabe que es el camino adecuado y se mantendrá en esa línea.

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