El presidente del consejo de comerciantes señaló que aunado a las afectaciones por el sismo del 19-S, también ha influido que se haya restringido el acceso al transporte público
Por: Ilse Contreras
A casi seis meses del sismo del 19 de septiembre, alrededor de 85 comercios del Centro Histórico de Puebla han tenido que cerrar por las bajas ventas, lo que representa al menos 340 personas desempleadas, así lo señaló el presidente del Consejo de Comerciantes del Centro Histórico, José Juan Ayala Vázquez.
“La falta de ingreso del transporte público al Centro Histórico, la falta de economía y recursos para la gente, entre otros factores, están haciendo para el comercio un año muy complicado”, dijo en entrevista para 24 Horas Puebla.
Adelantó que de seguir así, para fin de este mes entre 700 y 800 comercios tendrían que despedir a su personal, “hacerse más pequeños”, fusionarse o cambiar de giro, pues las bajas ventas no les han permitido recuperarse.
Ayala Vázquez indicó que por cada comercio se emplean hasta cuatro personas, por lo que entre dos mil a tres mil personas podrían perder su trabajo en los próximos días.
Recordó que el año pasado tuvieron afectaciones por los saqueos derivados del gasolinazo y en los primeros meses de 2018 sus ventas han disminuido 15%.
En ese tenor, el representante de los comerciantes hizo nuevamente un exhorto a las autoridades municipales para abrir el paso a las rutas del transporte público, ser tomados en cuenta en los proyectos de movilidad, además de garantizar la seguridad y mejores espacios para los turistas.

Botón de pánico inhibe robos a comercio
Respecto al botón de alertamiento temprano, Ayala Vázquez indicó que se ha inhibido la delincuencia, ya que de los 25 comercios que actualmente cuentan con el sistema, ninguno ha tenido que activarlo por algún asalto con violencia.
Sin embargo, indicó que por la situación económica no se han podido sumar otros comercios, ya que el software puede ascender a cinco mil 500 pesos, dependiendo del módulo que necesite cada empresa.
Precisó que los robos que han detectado son perpetrados principalmente cuando los negocios están cerrados o por los llamados farderos, “que son familias o grupos de personas que distraen al personal (Sic)”, mientras el resto roba la mercancía, identificando la participación de menores entre ocho y 10 años.
De estos últimos han detectado de seis a ocho robos a comercio a la semana en lo que va de 2018, pero en años pasados estaban al doble, refirió.

