¿Fuego amigo en Morena?
Tómelo con reserva, pero nos dicen que varios de los militantes de Morena cercanos a Gabriel Biestro no ven con recelo el movimiento impulsado por la ex panista Violeta Lagunes. Aunque ante los medios los inconformes parecieran ser pocos, lo cierto es que cientos de ellos se han acercado con los excluidos para manifestarles su apoyo y la oferta de operar en las sombras para ofrecer pruebas de expedientes y denuncias sin afectar a Andrés Manuel López Obrador, de forma que sean suficientemente contundentes para llevar a los externos –Barbosa, José Juan Espinosa, Nancy de la Sierra y Alejandro Armenta– a la derrota. ¿Será?
Los absurdos
La queja de Morena por el supuesto rebase de gastos durante la precampaña de Martha Erika Alonso Hidalgo raya en lo absurdo. El partido quiso que contaran en los informes de fiscalización collares de flores con los que sale la panista, chalecos con los que ha “dado” fotografías y hasta supuestos asesores, que en realidad sólo eran simpatizantes que iban a sus mítines. No sólo eso, sus representantes ante el INE no dieron respuesta a las observaciones hechas, pues todo quedaba como un señalamiento con más eco en los medios que pruebas reales. ¿Será?
Candidatos, bajo la lupa
Basta echar un vistazo a la lista de abanderados y a las planillas a las presidencias municipales para darse cuenta de que varios tienen cola que les pisen. Es el caso del PRI que postuló para la alcaldía de Palmar de Bravo a Crescencio Coeto, quien resultó ser tío de Manolo López, uno de los integrantes de la banda de El Kalimba, líder huachicolero de la región ejecutado el año pasado. Los partidos no deben subestimar los señalamientos contra sus candidatos, pues –sin duda– será motivo para que crezca el golpeteo político que ya tiene hartos a los votantes. ¿Será?
Lentitud en reconstrucción
Después de seis meses del sismo del 19 de septiembre que azotó la zona centro del país, el gobierno federal sigue con la entrega de tarjetas a damnificados, pese a que prometieron que el proceso terminaría antes de finalizar 2017. Lo que más sorprende es que la lentitud en la reconstrucción de viviendas –apenas han reedificado 307 catalogadas como pérdida totoal–, la atribuyen a los pobladores que recibieron los apoyos de Bansefi pues, a decir de la delegación de la Sedatu, son ellos quienes no han dado celeridad a los trabajos. Sin embargo, el gobierno estatal sí ha mostrado avances. ¿Será?
