Por: Notimex
Foto: Archivo Cuartoscuro
En días calurosos y de alta humedad, mantenerse hidratados y evitar la exposición prolongada al Sol son fundamentales para evitar que el cuerpo tenga dificultades para regular su temperatura, pierda agua y se produzca un golpe de calor.
El coordinador de programas médicos de la División de Medicina Familiar del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Arturo Díaz Hernández, explicó que el golpe de calor es el incremento de la temperatura corporal de 39 a 40 grados centígrados, lo que provocan que las personas no puedan controlar el calor normal de su cuerpo y pierdan la capacidad de sudar.
Aseguró que es más frecuente en los adultos mayores, niños menores de seis años, así como en las personas que viajan de lugares fríos a países más cálidos.
Dependiendo de cómo se presenten los daños relacionados con la exposición al calor y sus síntomas, se sugiere tomar medidas para atender a la persona afectada.
Aunque la principal causa de un golpe de calor es la temperatura, factores como el ambiente, el ejercicio y las características personales, favorecen su aparición como la mala hidratación, el sobrepeso y un mal estado de salud previo a la exposición solar.
Los daños a causa de temperaturas elevadas son progresivos y se presentan como quemaduras solares, calambres, agotamiento por calor, y el golpe de calor.
Cuando el cuerpo deja de mantener la temperatura normal de 37 grados centígrados, se considera como emergencia médica.
Los primeros indicios de alerta son piel caliente, roja y seca, pulso rápido y débil, estado de confusión o pérdida del conocimiento, convulsiones, respiración agitada y superficial, además es probable que la persona no presente sudoración.
Ante ello, sugirió llevar a la persona a un lugar fresco, quitarle la ropa, colocarle paños frescos y húmedos en la frente, abdomen y axilas.
Tratar de darle un baño en agua fresca, si es posible, usar ventiladores y/o aire acondicionado para refrescarla y de ser necesario trasladarla de urgencia a un hospital para ser atendido y evitar complicaciones como daño cerebral, hepático e insuficiencia renal.
