Encrucijada
Por: Luis Antonio Godina / [email protected]
Nada ni nadie está por encima de la dignidad de México, afirmó el presidente Enrique Peña Nieto ante la acción de Donald Trump de militarizar la frontera con nuestro país.
Defender a toda una nación requiere entereza, tamaños y estatura moral. “El presidente Enrique Peña Nieto unió a todos los mexicanos y son esa fuerza”, respondió a los intentos de su homólogo de Estados Unidos por tensar la relación bilateral.
Desde luego no son los tiempos de Antonio López de Santa Anna que afirmó “la línea divisoria entre México y Estados Unidos se fijará junto a la boca de mis cañones”.
Hoy, el presidente Peña enarboló la dignidad que los mexicanos tenemos y enfrentó con firmeza a quien pretende dividir a dos naciones.
En su discurso, pronunciado el 5 de abril, el Presidente recordó que como responsable de dirigir la política exterior del país, “establecí dos principios fundamentales que habrían de guiar nuestra relación con la Administración del mandatario Donald Trump.
“Primero. Salvaguardar, ante todo, el interés nacional, nuestra soberanía y la dignidad de los mexicanos.
“Y, segundo, mantener una visión constructiva y abierta, que nos permitiera superar diferencias, enfrentar retos comunes y alcanzar acuerdos.
“Los esfuerzos del gobierno de México se han dirigido a construir una relación institucional, de respeto mutuo y beneficio para ambas naciones”, afirmó Peña Nieto.
En el discurso dijo a Trump que los mexicanos “podemos tener diferencias entre nosotros, y más aún en tiempos de elecciones, pero estaremos siempre unidos en la defensa de la dignidad y la soberanía de nuestro país”.
Aquí estamos, agregó, 125 millones de mexicanos, muy orgullosos de todo lo que somos.
Ya Trump le dijo: “Si sus recientes declaraciones derivan de una frustración por asuntos de política interna, de sus leyes o de su Congreso, diríjase a ellos, no a los mexicanos. No vamos a permitir que la retórica negativa defina nuestras acciones”.
El discurso presidencial unió a actores políticos, gobernadores, dirigentes, candidatos, iglesia. La dignidad de México lo vale.
Es en estos momentos, lo que México necesita es unidad, olvidar sus divisiones, enfrentar como uno solo a un adversario poderoso pero al que no le asiste la razón.
La dignidad de México nos une, y nos
debe unir.
