Las Serpientes
Por: Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo
Puebla entrará, a partir del próximo domingo, en estado de guerra, políticamente hablando. Se acabó la paz.
La relativa calma en que se había desarrollado el primer mes de campaña se verá rota con el inicio de la guerra por Casa Puebla, donde, ahora sí, se verá quién es quién.
No es para menos, la lucha por la presidencia de la República, si bien es cierto es importante para los poblanos, no tiene la implicación que sí tiene la contienda local, en donde estarán en juegos los 217 ayuntamientos, las 26 posiciones de mayoría en el Congreso local, pero sobre todo, la joya de la corona, Casa Puebla.
El grupo dominante, el morenogalismo, enfrentará ahora sí su prueba de fuego. En 2010 supieron capitalizar el descontento social, lo cual catapultó a Rafael Moreno Valle, quien sacó de Casa Puebla al marinismo; ahora el mood social juega en su contra, aunque a favor tiene las estructuras y el dinero.
Otro factor que complica la elección para el grupo en el poder es la presencia de López Obrador en la boleta, lo cual contamina de manera directa el proceso y las preferencias.
El haber empalmado la elección federal con la local al parecer va a tener un costo, el que aún no se sabe qué tan caro será.
A favor, el grupo en el poder además de la estructura y la experiencia, opera tener una candidata carismática, Martha Erika Alonso, quien conoce a la perfección la entidad, aunque representa la continuidad, pasivo contra el que tendrá que luchar durante toda la campaña.
Del otro lado, su principal adversario es el senador con licencia, Luis Miguel Barbosa Huerta, mordaz, astuto, hasta taimado, diría yo.
El ex perredista es impulsado por la ola lopezobradorista, lo que se ve reflejado en sus números; sin hacer el mayor esfuerzo y grabando sólo videos, Luis Miguel está al tú por tú con Martha Erika, lo cual tiene ocupado al grupo en el poder.
La debilidad latente del morenismo es saber qué tan leales y firmes serán sus estructuras y si éstas van a responder a la hora de la verdad, entiéndase por esto que no vayan a ser cooptadas o intimidadas.
El choque entre ambos contendientes, aseguran, será brutal, pues fiel a su estilo, el ex gobernador Moreno Valle no está dispuesto a rendir la plaza sin dar pelea. “Por las buenas, bueno, por las malas, mejor”, reza su lema.
En medio de esta confrontación se encuentra el priista Enrique Doger Guerrero, anclado por el candidato a la presidencia de la República, José Antonio Meade.
Doger busca que una coyuntura le pueda ayudar para colocarse como la opción, en medio del golpeteo y la guerra sucia que se desate entre Morena y el morenogalismo.
Ser el tercero en discordia tiene sus ventajas, pero también sus desventajas, si durante la primera quincena de la campaña el abanderado del PRI no logra colocarse como la alternativa, difícilmente tendrá algo que hacer en la contienda, salvo convertirse, como ya lo he mencionado en otras ocasiones, en el fiel de la balanza de la elección.
El ex alcalde capitalino puede inclinar las cosas hacia uno u otro bando, eso es un hecho, aunque habrá que ver cómo se desarrolla la campaña, ya que se le puede abrir una ventana de oportunidad al ex rector de la BUAP, quien es un buen polemista y puede aprovechar los debates para impulsar su candidatura.
La madre de todas las batallas está por empezar y sin duda será más cruel y despiadada que la del2016, así que a prepararse porque pronto habrá que pasar por una zona de turbulencia.
