Las Serpientes

Por: Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo 

 

Bastó que iniciara la campaña para que el ex edil capitalino Eduardo Rivera Pérez dejara constancia de que va con todo para tratar de ganar en la ciudad, pese a que López Obrador cuenta con 55% de las preferencias.

Rivera no la tiene nada fácil, su tocaya de apellido, y de nombre Claudia, es catapultada por la fuerza precisamente de López Obrador, quien con su popularidad arrastra a los candidatos de su partido.

Inteligentemente, Lalo ha recurrido a la fórmula que tanto éxito le dio en 2010, ir calle por calle y puerta por puerta a pedir una segunda oportunidad.

Incansable, el ex alcalde arrancó a todo vapor con la humildad que caracteriza a nuestro personaje, quien dejó un buen sabor de boca cuando estuvo al frente de la administración municipal en el periodo 2011-2014.

A Rivera lo mismo se le puede encontrar en los camiones del servicio público, que en los mercados o en un crucero, cosa que prácticamente no se ve con otros candidatos de su propio partido o coalición.

Reitero, la empresa no es nada fácil, la capital se ha pintado prácticamente de los colores de Morena y específicamente de Andrés Manuel.

De acuerdo con algunos estudios de opinión, 75% de los ciudadanos con credencial para votar dice que va a ir a las urnas, aunque sólo 45% sabe que el día de la elección será el domingo 1 de julio.

Lalo tiene que navegar contracorriente, pero al menos, al inicio de la campaña, ha demostrado que tiene la experiencia suficiente para marcar diferencia frente a sus adversarios políticos.

Los días por venir son complicados, pero el ex presidente municipal confía en que haya voto diferenciado. Sabe perfectamente que mucho de esto dependerá precisamente de la labor de convencimiento que lleve a cabo durante su campaña, pero también de un trabajo coordinado con la candidata a la gubernatura, Martha Erika Alonso.

Rivera, insisto, al momento arrancó con el pie derecho y va al estilo panista, a pie, haciendo campaña.

 

EL BINE NO REGRESARÁ A LA 11

Con la novedad de que las viejas instalaciones del Benemérito Instituto Normal del Estado (BINE) localizadas en la 11 Poniente, esquina con la 11 Sur, definitivamente no volverán a ser utilizadas.

Como todo mundo sabe, luego del sismo del 19 de septiembre la gente que trabajaba en este lugar tuvo que desalojar el sitio y fueron trasladados a las instalaciones del BINE de bulevar Hermanos Serdán.

Durante todo este tiempo a los alumnos, padres de familia y maestros se les manejó la idea de que volverían al mismo inmueble, lo cual resultaría sumamente peligroso, ya que la estructura resultó severamente dañada por el movimiento telúrico.

Hasta aquí todo me parece correcto, lo que llama la atención es la clandestinidad como las autoridades de la SEP pretenden llevar a cabo la edificación del nuevo inmueble, el que se pretende albergue a lo que antes fue el BINE.

La edificación del nuevo inmueble huele a negocio por los tiempos y costos que se manejan, pero más por la opacidad con la que se lleva a cabo el proyecto, mismo que hasta hoy, prácticamente nadie conocía.

El terreno que se eligió para la construcción del nuevo BINE se encuentra ubicado en la junta auxiliar de Santa María Cacalotepec.

El predio supuestamente será donado por el Ayuntamiento de San Andrés Cholula y el costo del proyecto de acuerdo con lo que se dice, será de 65 millones de pesos. ¿A qué bolsillo irán a parar? ¿Por qué nadie informa sobre este proyecto?

¿Quién busca sacar provecho y por qué tanto misterio en torno a este tema? ¿Negocio de quién es? Y conste que son preguntas.

Anexo las fotos de lo que se dice será el nuevo BINE y espero que pronto haya respuesta.

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