Manuel Ismael Gil García no era militante de Morena, sino hasta el momento en el que la comisión nacional de elecciones de ese partido anunció su postulación, el 19 de marzo

Por: Mario Galeana

La coalición Juntos Haremos Historia (Morena-PT-PES) postuló como candidato a presidente municipal en Tepeojuma a Manuel Ismael Gil García, sobrino del narcoalcalde Rubén Gil Campos, detenido en 2008 por la Agencia Antidrogas Estadunidense (DEA, por sus siglas en inglés).

El candidato no era militante de Morena, sino hasta el momento en el que la Comisión Nacional de Elecciones anunció su postulación, el 19 de marzo.

Hasta entonces, el Consejo Municipal de Morena no lo consideraba integrante de sus filas. En agosto, cuando se propuso a un coordinador de organización en Tepeojuma, las bases designaron a Víctor Orea Fabián como posible aspirante, pero fue descartado de un plumazo.

En testimonios recogidos por distintos medios en Tepeojuma, pobladores señalaron que desde hace por lo menos una decena de años, Gil García radicaba en Estados Unidos.

Entrevistada por e-consulta y Diario Cambio, una pobladora de nombre Guadalupe N. dijo que el candidato por Morena es quien más “obsequios” ha entregado entre la población.

“Nosotros hemos visto que reparte varias cosas y que tiene mucho dinero pero no sabemos de dónde lo saca, en ese partido y en el PRI es donde están repartiendo muchas cosas: desde arena, grava y cemento, algunos para reconstruir sus casas que se dañaron después del sismo del 19 de septiembre, pero otros para seguir agrandando sus casas”, declaró.

Historia oscura

Gil García es sobrino de Rubén Gil Campos, ex presidente municipal de Izúcar de Matamoros que fue detenido el 23 de marzo de 2008 en el aeropuerto de Los Ángeles, California.

La DEA lo detuvo tras identificarlo como presunto responsable del delito de narcotráfico, y lo procesó por este cargo y por lavado de dinero.

Cuatro años después, en junio de 2012, la justicia federal estadounidense le otorgó una liberación “por compasión”, pues era sometido a tres sesiones de diálisis por semana y esperaba un trasplante de riñón.

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