Comenzamos esta nueva temporada de gráfica con la obra de la artista Paula Natoli.
Presentamos dos series que, aunque comparten la misma protagonista, implican diferentes situaciones. En su bitácora encontramos momentos de su viaje interminable, estampas de su vida real, pero también de la no vivida. La otra, más atrevida, le permite criticar el machismo con una ironía feroz a través de la figura de los cerdos. Ambas ficciones, por puercas que parezcan, son completamente reales.
Bitácora de una eterna migrante
Por: Santos Cuatecontzi
Esta bitácora es el registro gráfico de una mujer que nunca ha dejado de ser viajera, aun cuando esté residiendo en un territorio delimitado por fronteras.
Es la historia de un viaje en el cual tanto al principio como en el presente la artista Paula Natoli se pregunta a través de los personajes que viven en un mundo paralelo ¿y ahora en dónde está ella? La respuesta a esa pregunta puede presentarse desde lo simbólico, lo físico, lo poético y hasta lo onírico.
En esta migración permanente uno nunca pertenece totalmente a ninguno de los territorios. Los recuerdos, los olores, el cuerpo, el sueño y el futuro se convierten en tu verdadero país, creando una dimensión paralela protagonizada por un álter ego, en este caso una puerca o chancha, como la llaman en su país de origen (ni las palabras pueden mantener un mismo significado, es la dualidad en vida).
Este personaje vive la mitad de las cosas que la misma artista ha vivido y la otra que puede permitirse vivir dentro de este mundo imaginario de no pertenencia. Crea su propia realidad alterna, juega con la ironía, con el humor, con los símbolos de sus espacios que la contienen de manera física y mental.
Es una ironía que sea migrante pero permanente, y en este estado migratorio que la define crea su propia tierra. Ella nunca será totalmente de un lugar o de otro, ella será ese personaje que toma vida y habla de la sociedad pero no pertenece a esa sociedad.
Paula puede estar hoy en Buenos Aires, mañana en Marte, habitar el pasado o tener una fiesta en el presente. Puede ser o no ser del territorio que la vio nacer y del que la vio crecer. Ella es una migrante que está en movimiento permanente, un aquí, un allá y un quizás.
