Encrucijada
Por: Luis Antonio Godina / [email protected]
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió –a decir de expertos– darse un balazo en un pie.
La irresponsabilidad le ganó y ayer impuso aranceles al acero y aluminio procedentes de la Unión Europea, Canadá y México y, con ello, según la consultora Moody’s, lesionará a la economía estadounidense.
En 1992, el candidato presidencial Bill Clinton utilizó la frase: “La economía, estúpido”, para derrotar a George W. Bush, y hoy es el mismo tema el que muestra a Trump como lo que es: un presidente que toma decisiones irresponsables en un tema que desconoce, el económico.
Con la imposición de aranceles, “aumentarían los costos de entrada para un rango de fabricantes, afectando potencialmente a los niveles generales de precio y podría provocar medidas de represalia dañinas para ciertos exportadores estadounidenses”, expuso el director gerente de Moody’s, Atsi Sheth.
Y el presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Aluminio, Ramón Beltrán, dijo que la decisión de Trump “es un sinsentido y un golpe a su propia industria y a su propio mercado”.
Es decir, la decisión de Trump va a dañar a quienes pretende beneficiar.
Eso ocurre cuando un presidente desconoce de un tema fundamental en estos tiempos: el económico.
Y es que hoy podemos darnos cuenta que todas las promesas de campaña están ligadas a la economía y las finanzas de un país, y si se cometen errores, los más perjudicados serán, como siempre, los más pobres.
Así, por ejemplo, si el presidente de México tomara decisiones irresponsables que lesionaran las finanzas públicas, los que a la larga resultarían perjudicados serían los que menos tienen porque a ellos pegaría más un incremento en los impuestos, o un déficit en las finanzas públicas, o una inflación alta.
Por eso, es imperativo que un gobierno actúe de manera responsable.
Ayer, el gobierno de la República actuó de inmediato y luego del anuncio de Estados Unidos, la Secretaría de Economía respondió que impondrá aranceles a diversos productos como aceros planos (lámina caliente y fría, incluidos recubiertos y tubos diversos), lámparas, piernas y paletas de puerco, embutidos y preparaciones alimenticias, manzanas, uvas, arándanos y quesos diversos, entre otros, hasta por un monto equiparable al nivel de la afectación que cause la decisión de la administración de Trump.
Una respuesta responsable.
En estos momentos electorales es tiempo de voltear a ver a los candidatos presidenciales y dilucidar quién de ellos nos garantiza un gobierno de la República que actuará con responsabilidad. Eso ya es mucho en estas fechas.

