A un año de implementado el proyecto de reordenamiento del Ayuntamiento, los vendedores no tienen un juicio definitivo.

Por: Osvaldo Valencia

Desde hace un año Erika y Arturo trasladaron su puesto ambulante de comida de la 10 Poniente a la 12 Poniente-Oriente, al Corredor Comercial Temporal.

En esos 12 meses vieron a vendedores de otras calles cercanas al primer cuadro de la ciudad unirse a un proyecto que buscaba ordenar el ambulantaje en el Centro Histórico de Puebla.

No obstante, en las últimas semanas también han visto cómo esta vialidad se vació poco a poco.

Arturo dijo que al inicio de cada semana es normal que haya pocos puestos, pues la mejor venta es la de los fines de semana, ya que esos días las ventas no son problema, sino encontrar un espacio para trabajar.

Sin embargo, Erika prefirfió dar otra explicación que para ella tiene más sentido: el programa del Ayuntamiento no funcionó, pues quienes se quedaron en el Corredor Comercial ven morir su negocio.

“Quienes se quedan acá ven morir su negocio, al día apenas y juntas para recuperar lo que inviertes, transportar tus cosas; por eso los ven que andan toreando”, dijo Erika.

 

LA PROPUESTA

En su origen, en el Corredor Comercial habría 303 lugares para que más de 900 vendedores informales pudieran desempeñar sus actividades sin evadir a la autoridad, pero a la fecha alcanzan a contarse alrededor de 50 puestos en la 12 Poniente-Oriente, entre las calles 2 Norte y 7 Norte.

Otro comerciante instalado en el corredor dedicado a la venta de ropa y bolsas para damas, quien pidió que su nombre sea omitido, contó que, a su parecer, el problema está en que no hay promoción de la zona por parte del gobierno, además de la falta de transporte público en la zona

“Si le preguntas a la gente si sabe qué es el Corredor comercial, nadie te lo responderá porque no se encargan de difundirlo; nos dejaron aquí a nuestra suerte”, reprochó.

 

CONTINÚA LA TOREADA

Mientras el ambulante recriminaba las carencias del proyecto municipal, Luis –cuyo nombre también fue modificado– lleva su puesto de blusas a un costado de la plaza comercial La Victoria, en la calle 8 Poniente.

Aseguró que burlar a los agentes de Vialidad sale mejor que quedarse en una calle donde no va la gente a comprar.

Luis insistió en que a pesar de que los dueños de los locales estén en contra de que ellos –los ambulantes– se planten fuera de sus entradas, lo seguirán haciendo, con el fin de  tener una mejor venta.

“Aunque haya operativos y tengas que correr para que no se lleven tu mercancía, sale mejor eso que quedarte en un lugar sin gente, porque aparte estás en una zona en donde ya te conocen, ya tienes tus clientes, la gente no te va ir a buscar a la otra calle (la 12 Poniente); si no te ve, cree que ya te fuiste y no volverás”, argumentó mientras espera a que lleguen los compradores.

 

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