Las Serpientes

Por: Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo

 

Una oración selló el debate celebrado entre los cuatro candidatos que aspiran a la gubernatura de Puebla.

Martha Erika Alonso se dirigió a Luis Miguel Barbosa Huerta y le dijo: “Déjese de andar de misógino, usted no hace honor a su nombre, en vez de llamarse Luis Miguel, debería de llamarse Luisito Rey, pero yo no soy la incondicional”.

Las risas estallaron entre los asistentes que veíamos el encuentro entre Martha Erika, Barbosa, Doger y Chaín, desde un salón adjunto ubicado en el hotel Marriott.

Me recordó la famosa frase de Andrés Manuel López Obrador durante el segundo debate celebrado entre los candidatos a la presidencia de la República, el ya célebre Ricky, Riquín, Canallín, que todo México repite.

Muchos consideran esto como una simpleza, pero en un escenario como los debates, en donde las emociones mandan, la ocurrencia selló el encuentro.

Con tan poco tiempo para recordar las propuestas y la serie de ataques que se profirieron, principalmente enfocados hacia el candidato por la coalición Juntos Haremos Historia, Luis Miguel Barbosa, la noche se la llevó Martha Erika.

Algunos podrán argumentar que se trató de una carnicería contra Barbosa Huerta, que le echaron montón, que todos, como lo dijo el propio Luis Miguel, los había juntado Moreno Valle para dictarles el guion, lo cierto es que la puntera en las encuestas salió bien librada y hasta demostró que es capaz de tener la chispa necesaria para ironizar.

En el aspecto “puro” del debate y lo que significaba, la panista libró la prueba más fuerte que aún le quedaba por delante y hasta se dio el lujo de volver a ironizar con su adversario, “creo que usted se equivocó de debate, si usted quería debatir con Moreno Valle, se debió haber inscrito al proceso de hace ocho años, cuando no sólo no compitió, sino que hasta lo apoyó”. Lapidario.

Si bien es cierto que no se puede decir que la panista haya ganado el debate, lo cierto es que se mantuvo tranquila, fiel a su estrategia y aprovechó cada oportunidad que tuvo para fustigar a sus detractores, quienes se quedaron con las ganas de exhibirla.

Muchos dirán que el formato aprobado por el Instituto Electoral del Estado no daba para más, que era sumamente rígido para evitar el lucimiento de cualquiera de los participantes, lo cierto es que se cumplió con los lineamientos establecidos y mucho más, realmente el encuentro superó las expectativas y hasta fue entretenido.

Quien desde mi punto de vista se lució como se esperaba, aunque su expresión corporal no fue la correcta, fue el ex rector de la BUAP, Enrique Doger Guerrero, quien repartió por igual en sus intervenciones, iba bien preparado y también presentó propuestas.

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