Estudiantes de esa institución educativa desarrollaron una máquina semiautomática para desvainar frijol, haba, alverjón y desgranar mazorcas 

Por Redacción

Fotos: Agencia Notimex

Con el fin de favorecer a personas dedicadas a la cosecha de legumbres, estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) desarrollaron una máquina semiautomática para desvainar frijol, haba, alverjón y desgranar mazorcas.

El alumno Yaroslave Martínez Guerrero es originario de Hidalgo, donde las personas que se dedican a la cosecha realizan un trabajo cansado y para obtener su producción tienen jornadas largas de trabajo.

Esta situación lo motivó, con otros compañeros, a desarrollar dicha máquina que también tritura zacate para hacer composta.

A la maquina le denominaron Multiagro y, gracias a su automatización, realiza el trabajo de tres hombres en una cuarta parte de tiempo. Para procesar 50 kilos de legumbres, los trabajadores del campo requieren tres horas, en cambio con la creación politécnica dedicarán 15 minutos.

Martínez Guerrero, Ximena Janette Jiménez Velázquez, Daniel Antonio Pantoja Cruz y Jair Pimentel Ireta, del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyT) 4 “Lázaro Cárdenas”, explicaron que su proyecto busca favorecer a los campesinos que se dedican a la cosecha de legumbres.

“Esperamos que los agricultores incrementen su producción y mejoren su calidad de vida”, destacaron los alumnos que además consiguieron el primer lugar en la categoría de Mecánica en la XXVII edición del concurso Premio a los mejores prototipos del nivel medio superior del IPN.

Económico y práctico

En un comunicado, el IPN informó que la máquina trabaja sin energía gracias a que los jóvenes instalaron un motor de combustión que envía la fuerza a través de una banda de transmisión, en la cual van sujetas dos poleas: una que va con el motor y la otra con el eje principal, donde se encuentran las soleras que están colocadas estratégicamente para que toda la vaina sea partida y así salga el frijol.

Jiménez Velázquez detalló que los residuos de la vaina se secan con un extractor que está conectado al motor para que transmita 400 revoluciones por minuto, fuerza necesaria para el correcto funcionamiento de la máquina.

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