Las Serpientes
Por: Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo
Un tema que pasó casi desapercibido en la campaña que recién concluyó, es la intención del candidato a la gubernatura por la coalición Juntos Haremos Historia, Luis Miguel Barbosa Huerta, de impulsar una ley de medios de comunicación y una ley de propaganda
gubernamental.
Ambas iniciativas constituyen una amenaza a la libertad de expresión, la cual está regulada
por el artículo 8 constitucional y reglamentada mediante diversas iniciativas que tienen que
ver con la reparación del daño y también con el derecho de réplica, garantía de la parte
afectada ante lo que pueda ser considerado un ataque a la honorabilidad y la dignidad de la
persona.
Reconozco, en lo personal, que existen todo tipo de excesos dentro de la prensa poblana,
que es a la que conozco y gran parte de esto se debe a que se hizo a un lado de las
redacciones el manejo de los géneros periodísticos y proliferaron las llamadas “columnas”,
hoy ya todo mundo hace columnas, algunas que son verdaderos monumentos a la
difamación, sin duda.
Si bien la columna es el género de opinión por excelencia, se debe tener, desde mi punto de vista, bases para señalar o fijar una postura. Hay quienes lamentablemente consideran que hacer columna es llenar de adjetivos al personaje o personajes en cuestión o a las
administraciones, creyendo que son más críticos entre más calificativos usan.
Reitero, creo que existen todo tipo de excesos dentro de la prensa poblana, pero sin lugar a dudas es la sociedad y no los políticos, ni mucho menos los gobiernos, quienes deben de
calificar y regular a los medios de comunicación.
¿Cómo? A través de la aceptación o el rechazo, la gente tiene en sus manos decir qué
medios deben permanecer y cuáles no vale la pena leer, ver u oír, así de simple y así de
sencillo.
Alguna vez platicando con Fernando Alberto Crisanto, director de noticias del grupo Radio
Oro, luego del triunfo obtenido por Rafael Moreno Valle en el proceso electoral de 2010,
uno de los periodistas con más experiencia en Puebla y a quien considero uno de mis
maestros, me dijo: “No te preocupes, va a sobrevivir quien sepa hacer periodismo, el
verdadero periodismo siempre va a sobrevivir, que se preocupen los que no saben hacer
periodismo”. Sabías palabras de este personaje, las que nunca olvidaré.
La campaña de 2010 estuvo plagada de estos excesos y no niego de ninguna manera que yo formé parte de los mismos, sin que se tome esto como un mea culpa, es simplemente la
aceptación de cuando se hacen mal las cosas, de cuando el periodista deja atrás su papel y
se vuelve porrista o, en caso contrario, también activista, lo cual se vale, siempre y cuando
se haga de frente, diciéndolo de cara al radioescucha, al lector o al televidente.
La reacción de la pasada administración no se hizo esperar, a manera de venganza por los
excesos cometidos, se intentó que el Congreso aprobara una ley para regular a los medios
de comunicación, la llamada Ley Mordaza, la cual provocó el repudio inmediato de la
sociedad.
Una buena parte de la prensa poblana rechazó la llamada Ley Mordaza, la cual tuvo sólo un
acierto, cambiar el delito de difamación y calumnia por el de daño moral y tipificar este
concepto dentro del Código Civil en vez del Penal. Existían absurdos como el de querer
tipificar como daño moral herir los sentimientos de alguien.
El hablar de una regulación de medios de comunicación, a través de diferentes
instrumentos, me parece sólo de los regímenes totalitarios. En las democracias impera la
libertad de prensa.
Hablar de una ley de propaganda me parece aún más extremo. En lo personal creo que el
gobierno y los particulares tienen la plena libertad de anunciarse o publicitarse con quien
más les plazca y más les convenga.
Soy partidario, y así lo he señalado, que se transparente la relación gobierno y medios de
comunicación sin cortapisas.
La relación comercial que existe entre la empresa medios de comunicación y gobiernos o
entidades públicas, es igual que la que se da entre particulares, cada quien escoge cómo,
dónde, con quién y cuánto.
Además, la gente ya no es tonta, entiende perfectamente bien cuando un medio tiene una
relación comercial con tal personaje o con el gobierno estatal o municipal y cuando las
“campañas” en contra de algún personaje o entidad, tienen como trasfondo obtener un
recurso.
Los medios no debemos administrar reputaciones, debemos informar, simple y llanamente
y la única regulación que debe existir es la del auditorio, el lector, el radioescucha o el
televidente.
CUMPLIMOS
Todos los que hacemos Efekto10 Noticias nos sentimos especialmente satisfechos porque
cumplimos la labor que nos encomendó nuestro jefe, el patriarca, don Pepe.
Don Pepe Hanan, nuestro director general Pepe Hanan Budib y su hermano Willy, las
cabezas de esta empresa, nos dieron una encomienda, informar en estas elecciones y así lo
hicimos.
Se abrieron los micrófonos a todas las expresiones y a todas las corrientes de opinión, tanto en Efekto10 Noticias como en su programa hermano, Clase Política, así como en el portal de Internet.
Gracias Jaime Torreblanca, editor en jefe; a mis compañeros reporteros encabezados por
Jorge Castillo, jefe de redacción; Laura Hernández, Jorge Barrientos, Miguel Ángel
Arroyo, Samantha García, Ady Barreda y Alejandro Medina, mis respetos a su labor y
dedicación.
A mis amigos, Benny Santiago El Conejo Azul en los controles de la Ke buena Puebla; a
Miguel Cerón, mi productor; y Arturo Moro en las líneas telefónicas. A Vero López y a
Ricardo Hernández, mis compañeros en cabina, gracias. Esto es labor de equipo.
Ya son tres procesos electorales y dos federales cubiertos con el sello de la casa, el trabajo
y los resultados.
