Morena y el operador de la guerra sucia

Usted no está para saberlo pero nosotros sí para contárselo. Resulta que después de muchas investigaciones y cruce de información se llegó a la conclusión de que el principal operador que financia la campaña negra que impulsan tanto el candidato a Casa Puebla Luis Miguel Gerónimo Barbosa Huerta como el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en Puebla es nada más y nada menos que Julio César Juárez, dueño del famoso sonido Fantasma. De esta situación ha tomado nota la próxima cúpula en el poder y ha mandado a decir, a través de los medios adecuados, que actuará en consecuencia. ¿Será?

 

A la caza de los traidores

El PRI no aceptará más deslealtades en sus filas y lanzó en una misiva la advertencia de que castigarán a cualquier traidor que apoye a otra fuerza política y haga perder al ex partidazo en este proceso. En la carta firmada por el dirigente Javier Casique Zárate y la secretaria General Isabel Merlo Talavera, también reprochan a quienes abandonaron al partido por el canto de las sirenas de otras fuerzas políticas. La intención es evitar la inminente caída en estas elecciones sea sin freno y aún se vea la estructura de lo que un día fue el ejército tricolor. ¿Será?

 

Mentiras y más mentiras

Al final el partido de AMLO sí lucró con la tragedia del sismo del pasado 19 de septiembre en los estados afectados, y en Puebla no fue la excepción. El INE identificó que Morena entregó financiamiento, a través de un fideicomiso supuestamente de apoyos a damnificados, a operadores, candidatos y dirigentes de este instituto. En el estado aún no se sabe quiénes lo recibieron. ¿Estará el dirigente estatal Gabriel Biestro entre los beneficiados? ¿Quiénes de los operadores marinistas que están con Alejandro Armenta o Nancy de la Sierra recibieron el apoyo? Conste, son preguntas. ¿Será?

 

Si renuncia, que pague

Los recursos públicos que utilizaron aquellos candidatos que declinaron causó la molestia de un sector de la ciudadanía. Los empresarios hicieron un llamado a los próximos legisladores a hacer las reformas electorales necesarias para que en próximos procesos, aquellos aspirantes a cualquier cargo de elección popular que renuncien a su candidatura, regresen las prerrogativas utilizadas. Por ejemplo, este año en Puebla los abanderados de los partidos de Nueva Alianza y Encuentro Social derrocharon cinco millones de pesos en una campaña fallida y la cual ya no terminaron. ¿Será?

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