En la mayoría de las agresiones, las víctimas fueron integrantes de partidos de oposición; respecto a los homicidios, la entidad ocupó el tercer lugar con más asesinatos contra candidatos y precandidatos.

Por: Mario Galeana

Con 125 agresiones registradas, Puebla fue el estado con mayores índices de violencia política durante el proceso electoral 2017-2018, de acuerdo con un informe de la consultora Etellekt.

En la entidad se cometieron 16% de las 774 agresiones contra políticos que la firma contabilizó en todo el país del 8 de septiembre pasado hasta el fin de las elecciones concurrentes del 1 de julio de este año.

De acuerdo con Rubén Salazar, director de Análisis de Riesgo de Etellekt, en 116 de los 125 hechos de violencia presentados en el estado las víctimas fueron integrantes de la oposición, lo que indica que “durante la recta final del proceso hubo mayores niveles de polarización”.

“La relación que hubo de agresiones entre políticos del partido gobernante y políticos opositores fue la más amplia de todo el país”, ilustró.

En el resto del país, 75% de los ataques contra candidatos, precandidatos y figuras políticas fueron perpetrados contra opositores, es decir, militantes de partidos opuestos a los que gobiernan en las 32 entidades.

 

PUEBLA, TERCERO EN HOMICIDIOS POLÍTICOS

Por otra parte, Puebla ocupó la tercera posición nacional con más homicidios contra candidatos y precandidatos, al registrar al menos 15 víctimas.

Guerrero y Oaxaca, con 29 y 27 casos, respectivamente, fueron las entidades con más homicidios dolosos contra personajes de la vida pública, según el Séptimo Informe de Violencia Política en México 2018.

Salazar explicó que, en Guerrero, los crímenes se cometieron en contextos donde se ha intensificado la disputa entre organizaciones delincuenciales relacionadas, por ejemplo, al trasiego y producción de amapola.

En cuanto a Puebla, el director de Análisis de Riesgo indicó que los homicidios políticos pueden estar alentados por la disputa entre células criminales dedicadas al robo de hidrocarburos.

“En el ámbito municipal hay una presión muy fuerte, hay grupos que intentan castigar a estas autoridades, que intentan controlar a las organizaciones policiales para continuar con la impunidad”, explicó.

Según Salazar, la relevancia de las elecciones concurrentes de este año pudo haber agudizado la violencia ante la incapacidad de las autoridades para actuar con prontitud.

“Esto a su vez alentó a que diversos grupos delincuenciales —e incluso políticos— pudieran continuar con estas conductas, porque no se les perseguía ni investigaba”, subrayó.

Durante el 1 de julio, en Puebla se registraron cuatro homicidios dolosos. Las víctimas fueron identificadas como militantes del PRI e, inclusive, como familiares de políticos del PAN.

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