Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam

 

En política nada es gratuito.

Detrás de la exhibición mediática que deja muy mal parado al diputado federal Rodrigo Abdala de Bartlett no descarte el hipócrita lector a Miguel Barbosa o a Fernando Manzanilla o a Gabriel Biestro o a José Juan Espinosa.

Y es que a ninguno de ellos les gustó el anuncio de López a Obrador en el sentido de que el sobrino favorito de Manuel Bartlett será a partir del 1 de diciembre el vicegobernador de Puebla sin haber pasado por las urnas.

Detrás de cada escándalo siempre hay beneficiarios.

En esa ruta se encuentran los personajes arriba citados.

La duda que mata en el caso del Fideicomiso de MORENA tocó inevitablemente a Abdala.

Pero es muy curioso que sólo su nombre haya aparecido este viernes en el reportaje central de Reforma.

Así fue exhibido Abdala en las páginas del diario más influyente de México:

“En este grupo (de la Operación Hormiga), el INE ubicó a 15 personas que sacaron 21.8 millones de pesos del fondo y que se desempeñan en la Secretaría de Organización, en la Comisión Nacional de Elecciones y en el Comité de Transparencia, entre otros órganos del partido.

“Entre ellas está Rodrigo Abdalá, diputado de Morena, quien donó 225 mil pesos y retiró 1.4 millones desde sucursales de Banca Afirme en San Ángel y Puebla”.

Detrás de esa filtración hay una mano poblana.

Adivine el lector de quién es.

¿De Barbosa?

¿De Manzanilla?

¿De Biestro?

¿De Espinosa?

Las razones son varias, pero una es la importante:

La llegada de Abdala como súper delegado o vicegobernador de facto —con todo el manejo de los recursos federales— lo colocan como el virtual candidato a la gubernatura en 2024, cosa que no les gusta nada a los citados.

De hecho parece no gustarles nada.

Las recientes cuchilladas en contra de Claudia Rivera por el pecado de reunirse con el gobernador Antonio Gali dejaron en claro que el citado cuarteto actuó como pandilla del Bronx: con el cuchillo cebollero como principal herramienta.

Pero entre ellos mismos ya hay diferencias y rencillas.

Las semanas que vienen serán claves para ver hasta dónde llegan sus deslealtades.

Por lo pronto, en corto, todos coinciden en que lo mejor que les podría pasar en beneficio de sus proyectos políticos personales sería que Barbosa no fuera gobernador.

Y en eso trabajan por ahora.

¿Quién será la siguiente víctima?

Espinosa ya enfila su cebollero contra Biestro, virtual presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política de la próxima legislatura del Congreso del Estado.

Y dicen que hay carnita suficiente para tirarlo.

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