Sin Derecho de Réplica
Por: Alberto Rueda / @AlbertoRuedaE
Puebla se convirtió en la manzana de la discordia dentro de la política nacional, después del 1 de julio.
Lo que empezó como una contienda electoral ha terminado como una lucha personal por el poder.
El involucramiento del presidente López Obrador propició un ambiente aún de mayor incertidumbre y las probabilidades de un desenlace hostil crece cada vez más.
Después de destapar la ola de irregularidades en torno al fideocomiso “Por los demás” promovido por Morena para supuestamente ayudar a los damnificados por el sismo del 19 de septiembre, podrían darse algunos ajustes en el nombramiento del superdelegado federal, figura sobre la cual se concentrará la representación de la Presidencia en cada uno de los estados, incluyendo Puebla.
Hay una gran posibilidad de que López Obrador, tras un largo análisis, decida desistir en la anulación de la elección en Puebla a fin de no mostrarse dictatorial, dejando a un lado el escenario de que el Tribunal Electoral federal se vea forzado a tomar una decisión precipitada.
Bajo esta perspectiva, Martha Erika sería ratificada como gobernadora, pero ahí viene la piedra en el zapato, ya que Luis Miguel Barbosa sería nombrado el superdelegado en Puebla, haciendo de la función pública un verdadero huracán, pues el aparato morenista en la Federación y las Cámaras tomarán decisiones basados en la venganza antes que en la razón.
Mientras tanto, Rodrigo Abdala encontraría refugio en alguna posición del gobierno central federal con López Obrador, respaldado por Manuel Bar-tlett, su pariente incondicional.
Esta serie de ajustes se tomarán en las próximas semanas debido a que los plazos de los tribunales electorales local y federal se vienen encima.
De lo contrario, se avecina una lucha a largo plazo que incluirá la nulidad de las elecciones y un nuevo proceso electoral, del cual Barbosa podría enfrentarse a Enrique Doger... ¡anótelo!
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Inició una campaña para posicionar a su grupo y desacreditar a la actual
dirigencia.
