La preocupación de Barbosa

Luis Miguel Gerónimo Barbosa anda triste y enojado, pero lo trata de ocultar. La pelea por la percepción de una nulidad de la elección por desaseada terminó por perderla tras el recuento voto por voto que dio por ganadora a Martha Erika Alonso con una diferencia de casi cuatro puntos porcentuales. En su discurso, no obstante, mantiene firme su convicción de que será anulada, aunque ya se echaron abajo los principales argumentos: un laboratorio electoral panista, inconsistencias en la papelería electoral, el acceso inequitativo a los medios de comunicación, entre otros muchos más. Sólo le queda esperar y esperar. Largos días de su gran derrota. ¿Será?

 

La mentira como argumento

Gabriel Biestro Medinilla ha hecho de la mentira su principal argumento político. Por ejemplo, jura y perjura que 80% del material electoral que fue utilizado para el recuento de la votación fue alterado, aunque los magistrados nunca lo notaron ni advirtieron en el proceso de sumatoria de voto por voto. Una mentira más fue haber dicho que la elección del municipio de Tepeaca se anuló. Falacia a todas luces. Los propios magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación tuvieron que salir a corregirle la plana. Se convirtió en mentiroso contumaz. ¿Será?

 

El cochinito legislativo

Exhibido y vuelto a exhibir, José Juan Espinosa Torres proclama a los cuatro vientos que los 2.5 millones de pesos que se embolsó hace siete años cuando era diputado local de Movimiento Ciudadano como parte del apoyo legislativo que los morenovallista crearon, eran totalmente legales. El problema es que el escándalo sale a relucir ahora justo que anda de boquiflojo -muy a su estilo- pregonando austeridad y más austeridad legislativa. La pregunta fundamental: ¿Desaparecerá el cochinito legislativo que crearon los morenovallistas? La duda mata debido a que ya bloquearon una iniciativa de austeridad que no era suya. ¿Será?

 

Rectificar es de sabios

A la alcaldesa electa Claudia Rivera Vivanco se le podrán criticar muchas cosas, pero ha demostrado ser una política que sabe escuchar y entender el timing político. Parecería una frivolidad echar a atrás el logotipo que acompañaría a su administración tras la ola de protestas y denuncias de plagio, pero en los hechos demuestra mucha sensibilidad ante la opinión pública y que es capaz de rectificar ante cualquier desliz o problema que ocurra en sus acciones. Esto no se puede decir de todos los políticos, ya que estamos acostumbrados a convivir con una clase política soberbia y sorda ante las demandas ciudadanas. ¿Será?

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