Barbosa, revanchismo y amenaza con aval de JJ
Muy reveladora resultó la reunión que sostuvo Luis Miguel Gerónimo Barbosa Huerta, candidato perdedor de Juntos Haremos Historia, con presidentes municipales electos de diferentes partidos políticos este fin de semana en Xochitlán. Y es que Barbosa confirmó lo que a todas luces se sabía: que José Juan Espinosa Torres, presidente de la Mesa Directiva del Congreso local y también cabeza de la Comisión Inspectora, es un peón suyo que actúa bajo la consigna que le dicta su patrón. El mejor ejemplo es que ya se sabe que Espinosa Torres montó todo un show para reabrir más de 500 cuentas públicas aprobadas por la anterior Legislatura debido a que entre ellas se encuentran las de varios alcaldes que pactaron política y electoralmente con el morenogalismo y ahora vendrá el desquite, es decir, se usarán sus cuentas como garrote político en un ánimo pleno de revanchismo. Esta actitud no sólo es una contradicción plena a los postulados de la Cuarta Transformación, sino que también es la muestra evidente de la barbárica forma de gobernar del morenismo que no ofrece nada nuevo y cada día se parece más a lo que tanto criticaron. Así pues, patrón y peón ofrecieron un amplio panorama de cómo se las gastan en el Congreso local que, para desgracia de los poblanos, terminó por convertirse en un apéndice del barbosismo. ¿Será?
Reto para los alcaldes
Hoy entran en funciones los nuevos presidentes municipales de toda la entidad —salvo en aquellas alcaldías donde se anuló la elección— y los ediles de la zona conurbada tienen la difícil tarea no sólo de enfrentar sus problemas internos, sino de crear una alianza, como la que se ha manejado hasta el momento, para ofrecer una visión metropolitana a los conflictos que convergen en esta importante zona del estado. La principal materia, sin duda, será la seguridad pública, el talón de Aquiles de todos los municipios debido a la injerencia del crimen organizado. ¿Será?
Simiesca forma de defensa
El porro doblado a diputado local Héctor Alonso Granados tuvo la ideota de convocar a ciudadanos de Tehuacán a hacer frente a la delincuencia con la creación de guardias ciudadanas que sirvan para darles un escarmiento a los delincuentes. El inefable legislador no tuvo empacho en llamar a los pobladores a armarse de palos, toletes, esposas y piedras “para que las ratas sientas miedo y sabroso”. Esto que podría pasar por una simplona ocurrencia, representa una grave situación, ya que Héctor Alonso lo que realmente está haciendo es alentar a los pobladores a un linchamiento. Absurdo. ¿Será?
