Las bancadas de Morena, PT y PES impondrán un aumento presupuestal de 40 millones de pesos para el poder legislativo.
Por: Mario Galeana
Tras su arribo a presidencias municipales y poderes del Estado, diputados y alcaldes de Morena, PT y PES han incumplido una de sus principales promesas de campaña: la llamada austeridad republicana reflejada en la reducción de salarios.
En el Congreso y en algunas de las principales ciudades de Puebla, los integrantes de la Cuarta Transformación han dado marcha atrás y han reconocido que no se reducirán los salarios.
Ejemplos abundan: la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco; la presidenta de San Andrés Cholula, Karina Pérez Popoca; el alcalde de Tehuacán, Felipe Patjane Martínez; y el edil de San Pedro Cholula, Luis Alberto Arriaga Lila, son sólo algunos de los morenistas que han echado por tierra su arenga de campaña.
Pero el caso más representativo es el del Congreso de Puebla, donde tras la llegada de la mayoría legislativa de Juntos Haremos Historia, se ha bloqueado toda propuesta de reducción de salarios a los diputados.
Las bancadas de Morena, PT y PES impondrán, incluso, un aumento presupuestal de 40 millones de pesos para el Poder Legislativo, bajo el argumento de que una reducción significaría “desdibujar” al Congreso del estado.
Los presidentes de la Junta de Gobierno y Coordinación Política y de la Mesa Directiva, Gabriel Biestro Medinilla y José Juan Espinosa Torres, respectivamente, han anunciado que los diputados locales conservarán todos los fondos legislativos, incluido el de apoyo parlamentario, que se conoce como cochinito legislativo y que destaca por la discrecionalidad de su uso.
Al arranque de la LX Legislatura, las bancadas del PAN y Nueva Alianza propusieron una reducción de 50% en el salario de los 41 diputados, pero ha sido enviada a la congeladora por Juntos Haremos Historia, que controla la mayoría de las comisiones legislativas.
ALCALDES INCUMPLEN
La primera presidenta municipal en dar marcha atrás a su promesa de reducir su salario a la mitad fue Claudia Rivera Vivanco. La nueva alcaldesa de Puebla no precisó a cuánto ascenderá su salario, pero, de antemano, advirtió que no ganaría la mitad de su antecesor, Luis Banck Serrato, quien percibía una remuneración de 83 mil 487 pesos.
La alcaldesa señaló que su salario se encuentra dentro del tope establecido a nivel federal por el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, quien advirtió que ningún funcionario en el país podría percibir un salario mayor al suyo.
A su vez, la presidenta municipal de San Andrés Cholula, Karina Pérez Popoca, trató de simular una disminución en su salario de 30%.
Según declaró a los medios el 3 de noviembre en una conferencia de prensa, la alcaldesa dijo que con la reducción ganaría alrededor de 70 mil pesos mensuales. Pero de acuerdo con el Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (Igavim) (Observatorio Ciudadano), desde diciembre de 2017 el salario de Leoncio Paisano Arias era de 72 mil pesos, por lo que la reducción anticipada por Pérez Popoca resulta pírrica.
El caso más representativo es el de Luis Alberto Arriaga Lila, alcalde de San Pedro Cholula, quien no sólo incumplió su promesa de reducirse el sueldo, sino que incluso lo aumentó.
Arriaga Lila se otorgó un aumento de 20% y ganará 51 mil pesos mensuales, es decir, nueve mil pesos más que su antecesor.
El alcalde de Tehuacán, Felipe Patjane Martínez, también prometió una política de austeridad para su administración. Sin embargo, hasta ahora se ha negado a actualizar el portal de Transparencia del Ayuntamiento para detallar el salario mensual que ha establecido para sí mismo.

