Por: Guadalupe Juárez
Existen diferentes tonos de azul: el azul clarito, fuerte y el rey “pero al final, todos somos azules”, dice Marko Cortés frente al panismo poblano, al que le promete inclusión.
La afirmación del aspirante a la dirigencia del CEN del PAN —que se definirá el próximo domingo— va para los yunquistas y morenogalistas que se han visto obligados a convivir en un mismo lugar, en el mitin donde —podría interpretarse— convergen los azules clarito así como las bases del albiazul o aquellos acostumbrados a perder, los fuerte que son los liderazgos y ganadores y los rey que ofrecen su trono este jueves.
Rafael Moreno Valle desciende de una camioneta plateada junto a Cortés Mendoza y hasta de Rafael Micalco Méndez, ex dirigente de Acción Nacional en Puebla.
Minutos antes ya han desfilado Eduardo Rivera, Jorge Aguilar Chedraui, Mario Riestra, Mario Rincón y Humberto Aguilar. De todos los tonos de azul.
Al ex gobernador y al aspirante a dirigente algunos los reconocen de inmediato y les piden una fotografía. Los fotorreporteros les solicitan una placa más. Todos sonrientes, excepto uno cuya frente se arruga en un gesto de desagrado ante la imagen que presencia.
Micalco Méndez, enemistado con el morenovallismo desde hace años, mira con una molestia que no puede ocultar, la cercanía entre el senador y el candidato.
En la entrevista con los medios de comunicación brindada minutos antes del mitin, al no ser tan apapachado por el ex diputado federal, quien incluso lanza flores para la dirigente electa del Comité Directivo Estatal del partido, Genoveva Huerta Villegas —cuyo coordinador de campaña en Puebla quiere impugnar su nombramiento— decide dejar a Cortés con Moreno Valle que no se separa del candidato hasta subir al escenario.
EL REGRESO
Desde que pisa un salón del Centro Mexicano Libanés, Moreno Valle es vitoreado y aclamado por los presentes.
Ante el recibimiento, el ex gobernador le da su lugar —pese a su ausencia— al mandatario José Antonio Gali Fayad y a la gobernadora electa, Martha Erika Alonso Hidalgo, cuya mención provoca que el lugar vuelva estallar en aplausos.
En su intervención, el vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado admite que desde que dejó su investidura como mandatario estatal ha tenido poca presencia en Puebla, pero su regreso —advierte— es porque ya son los tiempos, “porque hay que saber cuándo son los tiempos”.
Y esos tiempos le permiten mencionar a su esposa como la primera gobernadora panista.
También a destacar que sus propuestas han sido retomadas por Cortés, como abrir la afiliación del partido y cambiar los estatutos para que un dirigente no vuelva a ser “juez, árbitro y jugador”, lo que hizo —sin mencionarlo— candidato a Ricardo Anaya Cortés, con quien al parecer habría tregua.
LAS PROMESAS
En el evento, Marko Cortés señala que no hay panista que no vaya a ser incluido. Y de esta forma menciona a todos, también a su coordinador de campaña en el estado, Rafael Micalco Méndez, y a todos los morenovallistas y galicistas presentes.
Y así se compromete a respaldar a Alonso Hidalgo en el proceso que se dirime en los Tribunales electorales federales, le promete que le recuperará la mayoría del Congreso local.
También que nunca más serán excluidos, que también evitarán candidatos de otros partidos o ciudadanos, que no volverán a aspirar a una candidatura o un escaño plurinominal, que será juez y sólo eso.
Que así como hoy se dieron la mano todos los tonos de azul, enfrentarán el populismo. Que así recuperarán lo perdido en las elecciones pasadas.
“Hemos logrado darnos la mano. Estamos el azul bajito, el azul fuerte, el azul rey, que al final todos somos azules, que es lo que nos hace más fuertes”.
