A lo largo de su administración afrontó dos sucesos que marcaron su mandato: el sismo del 19 de septiembre del año pasado y el combate frontal al robo de hidrocarburos.

Por: Guadalupe Juárez

En los 21 meses que José Antonio Gali Fayad ha estado a la cabeza de la administración estatal ha enfrentado desastres naturales, conflictos políticos y uno de los retos más grandes de su carrera en la gestión pública: la inseguridad.

Mantener el ritmo y los resultados obtenidos en los seis años del gobierno anterior parecía ser sólo un trámite cuando la naturaleza golpeó al estado con dos huracanes Katia y Franklin.

Pero la prueba más grande fue el sismo de septiembre del año pasado que dejó daños en inmuebles históricos de todo el estado, sobre todo en la Mixteca y la capital poblana.

Lo anterior ocasionó que se llevara a cabo un proceso de reconstrucción que incluía la restauración de templos, viviendas, escuelas y hospitales, algunas de ellas que todavía no concluyen por la falta de presupuesto del gobierno federal.

A pesar de esto, su plan de gobierno que tenía como eje el cumplimiento de 22 compromisos siguió adelante. Entre estos logró un esquema de devolución del Impuesto Sobre la Nómina (ISN) con los empresarios, dotar con equipos de cómputo a preescolares y la continuación de la entrega de uniformes escolares a alumnos de educación básica.

 

EL COMBATE A HUACHICOLEROS

Desde el proceso de transición con el gobierno saliente, Gali Fayad anunció un combate frontal al robo de hidrocarburo, pero no sólo para las bandas que se dedicaban a extraer el combustible de los ductos, sino para el trasiego, la compra y venta de la gasolina y el diésel de origen ilícito.

La estrategia en un inicio dio sus primeros resultados. En el llamado triángulo rojo conformado por Acatzingo, Tepeaca, Quecholac y Acajete —donde se detectaban la mayoría de las tomas clandestinas— comenzó a disminuir la violencia y el precio del combustible robado incrementó de seis y siete pesos a 14 y 15 pesos el litro.

Para ello, el mandatario conformó un grupo con los tres órdenes de gobierno apoyado por la Secretaría de Marina y la Secretaría de la Defensa Nacional, con las que se dedicaron a cerrar tomas clandestinas, recuperar combustible y vehículos que eran utilizados para el trasiego, que en la mayoría de los casos eran robados.

Uno de los focos rojos más alarmantes identificado por su gobierno fue que detectó que los huachicoleros contrataban a menores de edad para utilizarlos como halcones, ello ocasionó que dejaran las aulas y prefirieran ayudar al crimen organizado.

Lo anterior hizo que el combate contra estos grupos delictivos se tornara más complicado, pues las comunidades comenzaron a protegerá los líderes, como el caso que se suscitó en Tecamachalco en mayo de 2017 con pobladores de la junta auxiliar de Palmarito Tochapan que se enfrentaron al Ejército.

A pesar de mantener el control, las bandas dedicadas a robar el hidrocarburo se mudaron a San Martín Texmelucan, San Salvador El Verde y San Matías Tlalancaleca, donde no han logrado disminuir su operación.

Mientras, en el triángulo rojo los integrantes de bandas que lograron desarticular comenzaron a cambiar de giro, por lo que saqueaban trenes, donde sustraían productos como electrodomésticos y licor para revenderlos.

 

CONFLICTOS POLÍTICOS

Pese a que Gali Fayad ha mostrado una actitud de reconciliación e invitado a sus opositores al diálogo, el conflicto poselectoral registrado tras la jornada del 1 de julio le ha afectado a su proyecto.

Ello debido a que la coordinación con otros órdenes de gobierno se ha visto limitada, principalmente con el Congreso local, cuya mayoría pertenece a la coalición Juntos Haremos Historia, que ha aprobado diversas leyes que a consideración de Gali Fayad no son aplicables, por lo que tuvo que hacer correcciones y devolverlas.

Lo anterior ocasionó que se viva un clima de revancha que ha evitado las negociaciones entre ambos poderes.

 

MANTIENE RITMO

Aunque se ha enfrentado a estos obstáculos, a poco más de 15 de días de culminar su gobierno Gali Fayad mantiene el ritmo en la entrega de sus proyectos de infraestructura, como la implementación de la Línea 3 de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA), con la cual sí logró concretar la homologación de la tarjeta de prepago.

Asimismo, esta semana inauguró obras como el puente Xonacatepec-Las Torres, el bulevar Carmelitas, la autopista Siglo XXI y la carretera Cuapiaxtla-Cuacnopalan, mismas que se suman a la remodelación de la avenida Juárez, el Parque Juárez y el Parque Amalucan.

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