Las Serpientes
Por: Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo
El estado está sumido en una profunda crisis política, a merced de la falta de certidumbre en cuanto a la resolución de la elección a gobernador, pero también debido a que se convirtió en rehén de los intereses de los grupos que se la disputan.
Lejos parecen los años de la prosperidad y el progreso, sobre todo de la paz y la tranquilidad que caracterizaban a la cuarta ciudad más importante en el país y de lo cual se jactaban sus pobladores.
Hace no mucho escribí que este clima de polarización y de encono no se vivía en Puebla desde los lejanos años 70, cuando la lucha entre Fúas y Carolinos polarizó a la sociedad poblana y también tuvo un alto costo en vidas de ambos bandos.
Hoy, Puebla parece haber retrocedido el reloj y regresar casi 50 años en el pasado, cuando la entidad dejó atrás la bonanza alcanzada durante los años de la posguerra y se convirtió en el eje económico del país, el poderoso grupo Puebla, heredero de Manuel Ávila Camacho, con Manuel Espinosa Yglesias a la cabeza en la década de los 50.
A la entidad le urge una resolución en torno a la elección a gobernador. Es indispensable que cuanto antes haya una definición que termine con la incertidumbre, so pena de que el costo a pagar sea demasiado alto.
Los temas como la inseguridad y el ambulantaje comienzan a desalentar al turismo, que en años recientes era uno de los principales baluartes económicos del estado y la ciudad, y una de las más importantes fuentes de captación de divisas.
La industria automotriz entró en un periodo de franca recesión. La principal empresa manufacturera asentada en la entidad, Volkswagen de México, enfrenta una de sus peores crisis en los últimos 25 años, cediendo terreno en el mercado norteamericano ante las políticas proteccionistas del presidente Trump y ante el embate de sus rivales japoneses y coreanos en el marcado de las SUV.
La polarización política se traduce de manera cotidiana en marchas y manifestaciones que afectan de manera cotidiana la vida de la capital y que al exterior dan la imagen de una Puebla que retrocedió al pasado.
La semana pasada comentamos que la clase política local, lejos de abonar incrementa el clima de tensión con sus peleas cotidianas y disputas, tanto en el Congreso como en los cabildos, donde la mayoría morenista busca imponerse con gran revanchismo, pero también empleando la violencia.
Creo que será necesario que pronto, muy pronto haya un llamado a la reconciliación y a un gran pacto social entre todos los actores de la entidad con la finalidad de terminar la pugna interna producto del pasado proceso electoral.
El problema es que no se vislumbra una figura sobre la cual los poblanos se puedan unir: ese Rosendo Huesca Pacheco o ese Alfredo Toxqui y Fernández de Lara, quienes en la década de los 70 cancelaron los odios y los rencores, y se pusieron como tarea reunificar a los poblanos.
Ojalá pronto se den los pasos necesarios para cerrar las cicatrices que el proceso electoral de julio dejó entre los poblanos, para que todos se pongan a trabajar.
INCERTIDUMBRE EN DELEGACIONES FEDERALES
Si algo pudiera faltar a todo este marco de incertidumbre, se le debe agregar el temor de miles de empleados de las delegaciones federales en el país por el inminente cambio de administración.
Toda la burocracia dorada, desde delgados, subdelegados hasta directores, tiene listas las maletas para despedirse de sus respectivos despachos.
Desde el 25 de noviembre todos y cada uno recibieron la indicación a nivel central de quitar de sus paredes la foto institucional del presidente de la República y dejar solitaria la pared.
Terminaron los años de vino y rosas del sexenio (el de Peña Nieto), el más corrupto en la historia de México y, por supuesto, el del presidente peor calificado por su pueblo, con una aprobación de entre 20% y 25% de la población.
ORGULLO POBLANO
El viernes, el destacado tenista Alan Núñez recibió de manos del gobernador Tony Gali el Premio Estatal del Deporte 2018, un muy merecido homenaje a este joven que ha brillado a nivel internacional en el deporte blanco.
La carrera deportiva de Alan, como la de todos los grandes, tiene como común denominador, el sacrificio y el apoyo de sus padres, Enrique y Laura. Enhorabuena y muchas felicidades, campeón.
