Desestabilización en puerta
Luis Miguel Barbosa Huerta se alista para tratar de generar un movimiento que intente desestabilizar a la entidad poblana. Para ello requiere de la movilización financiada de presidentes municipales, legisladores locales y federales todos de Juntos Haremos Historia. No se trata de un movimiento genuino y mucho menos ciudadano, se trata de una movilización producto del revanchismo y la inmadurez política. Barbosa Huerta pretende convertirse en una especie de figura moral de Morena en Puebla, eso del cacicazgo se le da muy fácil, si no hay que recordar que durante más de una década convirtió al PRD poblano en uno de sus apéndices. ¿Será?
Falsa influencia
Se llama José Luis González Acosta, cobra como regidor de Morena en el Cabildo de Puebla y, sobre todo, es un mentiroso profesional. El también empresario inmobilario, quien en 2010 era morenovallista hasta que le dieron las gracias y, entonces, se convirtió en un furibundo opositor a la administración estatal, anda diciendo a los cuatro vientos que es un hombre influyente, que sus relaciones son fuertes y que hay un hombre clave que lo apoya: Eukid Castañón Herrera. Lo cierto es que el ex diputado federal ni lo conoce ni lo quiere conocer. ¿Será?
Mesa del chantaje
Los irresponsables diputados de Morena, PT y Encuentro Social se reunieron con el subsecretario de Gobernación federal, Zoé Robledo, con la finalidad de instalar una mesa de negociación, a través de la cual pretenden chantejar a la gobernadora electa, Martha Erika Alonso Hidalgo. En el fondo, los locuaces legisladores José Juan Espinosa y Gabriel Biestro Medinilla fueron a tantear el terreno y saber hasta dónde la Secretaría de Gobernación federal estará dispuesta a estirar la liga en el caso Puebla para seguir con sus desmanes. Se les acusa de porros, no de tontos. ¿Será?
De pena ajena
La presidenta municipal de San Andrés Cholula, Karina Pérez Popoca, nos mostró su peor caradura respecto al escándalo que la envuelve por una serie de anomalías cometidas en los comicios para favorecerla electoralmente. La munícipe, pese a pregonar la humildad, la transparencia o el famoso no robo, no miento, no engaño, prefirió hacerse la víctima, en lugar de asumir un papel responsable y ofrecer una investigación de fondo para deslindar cualquier responsabilidad en la trama fraudulenta donde la están ligando. Prefirió la descalificación a la honestidad. El mejor ejemplo de los viejos políticos. ¿Será?
