Estudios de Cenicafé han demostrado que los métodos utilizados para el procesamiento del café generan residuos que posteriormente provocan un deterioro de calidad y generación de aguas residuales.
Plumas Ibero
Por: Oliver Alejandro Rosas de la Rosa
En los últimos años, la producción mundial de café ha tenido un considerable aumento, ya que se estima que se producen 9.4 millones de toneladas anuales, lo que significa un incremento de 2.4%, además de que su consumo tuvo un aumento de 2.5%.
En el año 2017, 71.9% de producción mundial de café estaba concentrado en cinco países: Brasil, con una producción de 34.9%; Vietnam con 16.6%; Colombia con 9.1%; seguido por Indonesia con 6.6% y finalmente Honduras con 4.6% (ASERCA, 2017). Actualmente México ocupa el onceavo lugar a nivel mundial en la producción con 270 mil toneladas anuales, lo que significa 2.1% de la producción mundial. Su topografía, altura, climas y suelos permiten cultivar variedades de cafés clasificadas dentro de las mejores del mundo
Los estados con mayor producción son: Chiapas con 41%, seguido de Veracruz y Puebla, que producen 24% y 15.3% respectivamente (Sagarpa, 2018). En el caso de Puebla, tanto la Sierra Norte como la Nororiental se distinguen por ser productoras de este aromático. En la Sierra Nororiental, específicamente el municipio de Cuetzalan es considerado como uno de los mayores productores de café, generando ocho mil 833 toneladas anuales, que representa 21.4% del café que se obtiene en Puebla (Benítez, 2015).
El proceso utilizado para la obtención de café data de siglos atrás, el cual no ha sufrido grandes modificaciones, ya que ha demostrado ser eficaz en cuanto a los tiempos de manufacturación y la calidad del producto final. El método empleado inicia plantando las matas de café, las cuales tienen que estar a una distancia de 2.5 metros entre ellas. Una vez que el cultivo está listo y el café cereza maduro, se comienzan a recolectar. Ya que se llevó a cabo la cosecha, el fruto pasa por los procesos de limpiado y despulpado. De ahí, la semilla de café despulpada se coloca en agua durante 24 horas para retirar el mucilago, y posteriormente se seca por 24 horas hasta obtener el café pergamino. Finalmente, se lleva a cabo el triturado y tostado del café.
Debido a la alta demanda que tiene el producto, los cafetaleros se han visto en la necesidad de emplear maquinaria para optimizar algunos pasos de este proceso, logrando que la limpieza, despulpado, secado, triturado y molido del café sean más rápidos y mejore el tiempo de producción y se obtengan mayores beneficios por el trabajo (STPS, 2011).
Aunado a lo anterior, según resultados de estudios realizados por Cenicafé, se ha demostrado que los métodos utilizados actualmente para el procesamiento del café generan residuos que posteriormente son depositados en el suelo, provocando un deterioro de su calidad y la generación de aguas residuales.

Estos problemas están relacionados con el despulpado y traslado de café utilizando agua, lo cual genera cerca de 72% de la carga contaminante total, mientras que el otro 28% del total es ocasionado por las mieles generadas en el lavado del café. Las cargas contaminantes procedentes del despulpado y traslado del café, corresponden a un valor de DQO de 82.08 de café cereza, manifestando indicios altos de contaminación en el agua utilizada, semejantes a desechos municipales. Por otro lado, las cargas contaminantes del lavado de café alcanzan un valor de DQO de 31.92 , mostrando índices de contaminación ligeramente más bajos que los generados por el despulpado del café.
El consumo específico de agua mediante este proceso, es de 4.7 litros por cada kilogramo (Kg)de café pergamino, lo cual genera efluentes con un promedio de contaminación cercana a 26.5 ppm de DQO por kilogramo de café pergamino.
La contaminación de agua y suelo se producen principalmente por los lixiviados que se generan de la mezcla de la pulpa con las mieles producidas durante el desmucilaginado mecánico, debido a que sus componentes se pueden movilizar hacia el suelo y pueden ser absorbidos por plantas o filtrarse hacia los mantos acuíferos y afectar los suministros de agua potable (Ramírez et al, 2015). Algunos de los compuestos presentes en los lixiviados son los fenoles, los cuales en una exposición prolongada puede provocar enfermedades cardiovasculares, su ingestión puede producir daño intestinal y su inhalación prolongada puede provocar irritación de las vías respiratorias (Galicia, 2014).
Se han llevado a cabo diversas investigaciones para darle un uso a la pulpa del café cereza y con ello disminuir la contaminación que se genera durante su disposición, las cuales coinciden que la mejor solución es la obtención de biogás.
En la Universidad Iberoamericana Puebla, alumnos de la carrera de Ingeniería Química realizaron un experimento de obtención de biogás a partir de la fermentación anaeróbica de la pulpa de café, en combinación con estiércol vacuno y agua. En el proceso experimental se formó una mezcla que contenía 4.3 kg de pulpa de café, 10 kg de agua y 1.66 kg de estiércol, la cual se introdujo en un biodigestor con sensores de presión y temperatura, manteniendo la temperatura oscilando entre 30 y 40°C. A lo largo del experimento se monitorearon constantemente los datos de presión manométrica y temperatura del contenedor. Al cabo del experimento, se obtuvieron 1.23 atmósfera (atm) de presión dentro del biodigestor, lo que supone una masa de 17.56 g de metano, mostrando con esto la viabilidad que tiene la producción de biogás a partir del uso de la pulpa de café.

