Por: Agencia Notimex 

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Las mujeres que han tenido cáncer de mama son más propensas a tener linfedema (inflamación de alguna de las extremedidades), y se estima que una de cada cuatro de las pacientes tendrá este trastorno crónico y progresivo que afecta su calidad de vida.

El sistema linfático es el responsable de servir de intermediario para que la linfa, líquido que proporciona los cambios nutritivos entre la sangre y los tejidos, circule de manera adecuada.

El linfedema ocurre cuando hay acumulación anormal de líquido en el tejido blando debido a una obstrucción, y es importante prevenirlo a tratarlo a tiempo para mantenerlo controlado.

Dicha condición puede originarse por causas congénitas o accidentes; sin embargo, es más frecuente después de someterse a tratamientos para combatir el cáncer.

Las principales afectadas son mujeres con procedimientos quirúrgicos por cáncer de mama, ya que de acuerdo con la Asociación Española contra el Cáncer de Mama (AECC) estas pacientes tienen 10 por ciento de desarrollar linfedema.

Pero si además de la cirugía se recibe radioterapia en la axila, el riesgo se incrementa hasta el 25 por ciento ya que los ganglios linfáticos que han quedado tras la intervención se alteran aún más con la radiación.

Dicha organización estima que una de cada cuatro mujeres con cáncer de mama desarrollará esta complicación y aunque el tiempo de aparición varía entre semanas y años, en 75 por ciento de los casos aparece en el primer después de la cirugía.

El 6 de marzo se conmemora el Día Mundial del Lifedema con el fin de concientizar e informar sobre este problema de salud, y el Grupo de Ventas Top Care Store dijo que además de acompañar a las mujeres con esta condición, está comprometida con informar sobre este tema para un diagnóstico oportuno.

Mencionó que, además de los tratamientos oncológicos como la mastectomía y la radioterapia, hay otros factores de riesgo como infección postoperatoria, extirpación de ganglios linfáticos, obesidad falta de movilidad, exceso de ejercicio o entrenamientos mal realizados, y el uso de prendas de vestir o joyas que comprimen.

Aunque no existe la cura para el linfedema, uno de los tratamientos es la terapia descongestiva compleja (TDC), que con el uso de mangas y vendajes de compresión ayuda a desinflamar la hinchazón generada por una inadecuada circulación de líquido en los vasos linfáticos, mencionó por separado la empresa Essity.