Por: Mario Galeana

Con un voto en contra, el Congreso de Puebla aprobó la ampliación de delitos que ameritan prisión preventiva oficiosa, una iniciativa al artículo 19 de la Constitución mexicana impulsada desde el Congreso de la Unión.

Se trata de los delitos de abuso sexual o violencia contra menores, feminicidio, robo a casa habitación, robo a transporte de carga, desaparición forzada, transporte de explosivos y portación de armas, uso de programas sociales con fines electorales, corrupción por enriquecimiento ilícito y robo de hidrocarburos.

Lo anterior significa que, siempre que el Ministerio Público aporte pruebas suficientes, los implicados en cualquiera de estos delitos tendrán que permanecer en la cárcel, en tanto no se dicte su sentencia, sea condenatoria o absolutoria.

El único legislador que se opuso a esta modificación constitucional fue Marcelo García Almaguer, quien explicó que el nuevo marco jurídico promueve el encarcelamiento de personas que no han sido investigadas ni sentenciadas.

“En ningún caso podemos considerar positivo que personas inocentes pisen la cárcel. Por supuesto que estos delitos son gravísimos, no deben ser tolerados y deben ser sancionados con eficacia. Pero la prisión automática no es la solución, no resuelve los factores que motivan a cometer estos delitos, y convierte al sistema penal como herramienta de persuasión del Estado frente a sus ciudadanos”, explicó el legislador desde la tribuna.

Por lo demás, todas las bancadas del Congreso local votaron a favor de los cambios en el catálogo de delitos que ameritan prisión preventiva.

El presidente de la Comisión de Seguridad Pública del Congreso, el morenista Héctor Alonso Granados, reconoció que “algunos, no la mayoría” de los procesados por algún delito aguardan por años a que un juez dictamine su estado jurídico.

En representación del PAN, Oswaldo Jiménez López dijo que la modificación a la Constitución sólo busca “disuadir el índice de delitos”, dado que “menos personas estarán dispuestas a incurrir en estas conductas, bajo el entendido de que perder la libertad se vuelve latente”.