El Presidente fue claro al señalar que en esta contienda ningún candidato podrá colgarse de su nombre y puntualizó que ni el gobierno, federal ni el estatal podrán meter las manos en el proceso del 2 de junio.

Por: Osvaldo Valencia

En la antesala de una nueva contienda electoral en Puebla, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, puso un alto a la guerra intestina que vive Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

El mandatario de México advirtió que ni el gobierno federal ni el estatal tendrán injerencia durante el proceso electoral, y para los aspirantes a la candidatura de su partido que quieran colgarse de su imagen dejó un mensaje enfático: “Que nadie se atreva a usar mi nombre”.

“Les informo a los que no están entendiendo los nuevos tiempos y no quieren cambiar: ya el gobierno no tiene partido, ni tiene sindicato, el gobierno es de todos y ya no va a ser como antes que el gobierno apoyaba a un partido o apoyaba a un candidato, mucho menos se va a permitir que se use dinero que es del presupuesto, que es dinero del pueblo, para favorecer a un candidato o favorecer a un partido”, subrayó.

Sin mencionar a los aspirantes a un cargo de elección popular en la contienda extraordinaria, López Obrador sentenció que no permitirá que se autonombren candidatos por su cercanía con él.

“El que no lo haya entendido no sabe que estamos viviendo tiempos nuevos, tiempos interesantes, no es el ‘quítate tú porque quiero yo’, ya no queremos al político fantoche, ambicioso, corrupto que tanto daño le ha hecho a Puebla y a México”, remarcó.

Señaló que quienes no tienen ideales ni convicciones y sólo quieren llegar a un puesto andan de “lambiscones simulando que les importa mucho el pueblo”.

López Obrador destacó que ahora los ciudadanos tienen mayor capacidad para observar a los políticos que piensan que pueden “engañar al pueblo”.

Hizo hincapié en que los tiempos están cambiando.

Durante la entrega de apoyos de los programas del Bienestar, el titular del Poder Ejecutivo federal anunció que no visitará la entidad hasta que concluya el proceso electoral extraordinario para evitar que sus detractores acusen favoritismo, a menos que se presente una emergencia.

“Para que no haya ningún tipo de cuestionamientos de nuestros adversarios he decidido que no voy a visitarles hasta que pasen las elecciones, pasando las elecciones estoy de nuevo en Puebla; sólo, y toco madera, sólo si hay algo urgente entonces vengo porque siempre van a contar con el Presidente de México”, aseguró.

El titular del Ejecutivo federal apuntó que la elección poblana será una “gran oportunidad” para probar que se pueden llevar a cabo procesos electorales de forma democrática.

Entregó apoyos de los programas de Bienestar.

Lamentó que en los últimos años se logró un avance en cuanto a la mejora de las condiciones sociales, mientras que en lo político no se avanzó “mucho”, al punto de que la clase política se “degradó” a comprar voluntades y votos: “Se empobreció al pueblo para después valerse de la pobreza del pueblo para repartir migajas y comprar votos”.

“Ahora estamos en vísperas de estas elecciones que serán en el marco de la Cuarta Transformación de la vida pública de México, ya no permitamos todas esas actitudes antidemocráticas, nada de compra de voto, nada de tráfico con la pobreza de la gente, nada de acarrear a la gente a votar, nada de falsificar los resultados electorales, nada de fraude electoral”, enfatizó.

En este sentido, recordó que recientemente se aprobó la tipificación del fraude electoral y los actos de corrupción como delito grave, por lo que advirtió que en caso de que se detecten estas actividades en los comicios los responsables irán a la cárcel sin derecho a fianza.