Esta es la propuesta para contribuir a evitar el consumo de unicel, que anualmente es de 125 toneladas en México y tarda más de 500 años en degradarse, de la licenciatura en Ingeniería Química,

Plumas Ibero
Por: Ángel Kroefly Contreras

Actualmente el unicel es el cuarto polímero de mayor producción en el mundo, y el segundo en México y puede tardar más de 500 años en biodegradarse. En el país, el consumo de unicel es de 125 toneladas anuales, de las cuales 25% se utiliza para la fabricación de productos desechables como platos, vasos, empaques de artículos diversos, entre otros.

Una alternativa para disminuir el consumo de desechables fabricados con unicel es el uso de artículos elaborados haciendo uso de cartón, sin embargo, esto genera otra problemática, pues la materia prima es la celulosa, la cual proviene de árboles, por lo que conlleva a incrementar la deforestación, ya que la industria papelera, a nivel mundial, consume cuatro mil millones de árboles anualmente.

Aunado a las problemáticas planteadas anteriormente, se suma que existen empresas procesadoras y empacadoras de alimentos, las cuales durante la producción de chiles, frijoles, salsas y frutas en almíbar generan residuos que terminan en rellenos sanitarios o como alimento para ganado. Uno de estos productos es la piña en almíbar, la cual en el proceso de transformación genera residuos como la cáscara, el corazón y la corona, esta última cuenta con una gran cantidad de celulosa, que puede ser utilizada como materia prima para la elaboración de papel, además de que se estima que la república mexicana la producción de piña en 2018 fue de 990 mil 646 toneladas aproximadamente, lo que proporciona una noción de los desperdicios que se generan y no son aprovechados.

Considerando las problemáticas anteriormente mencionadas, en la Universidad Iberoamericana Puebla, alumnos de la carrera de Ingeniería Química desarrollaron un proyecto que consiste en la elaboración de un prototipo de plato desechable fabricado a partir de la celulosa extraída de la corona de la piña. El proceso productivo inicia con deshidratación parcial de la corona, en el que se reduce su volumen, con lo que se minimiza la cantidad de reactivos químicos empleados y agua y, por lo tanto el costo de producción. Posteriormente se realizan hidrólisis ácidas y básicas para conseguir eliminar la lignina, que es un componente de la corona de la piña que aporta rigidez y consistencia a las paredes celulares, también elimina enlaces formados entre la lignina y la hemicelulosa, y por consiguiente los grupos acetilos de la hemicelulosa. A continuación, se llevan a cabo procesos de lavado, con el propósito de eliminar los residuos de los ácidos, bases, y cloraciones para que el producto final adquiera una apariencia limpia y como último paso se le da la forma de plato. Para la elaboración del producto final las hojas de papel obtenidas son humedecidas y prensadas en un molde para obtener la forma del plato, un proceso alternativo es someterlo a un secado en la estufa a 60º C, por 12 horas.

Actualmente este proyecto se encuentra en búsqueda de mejora, puesto que si bien es cierto que se le da uso al residuo de la corona de la piña, reduciendo la generación de contaminantes y alargando la vida de los rellenos sanitarios, además de que se desarrolla un producto sustituto del unicel y se disminuye la tala de los árboles, también es verdad que durante el proceso de fabricación del producto se emplean ácidos y bases fuertes que son sumamente corrosivos, contaminando agua, superficie terrestre y mantos acuíferos. Desde una perspectiva biotecnológica se han estudiado una serie de enzimas, las cuales llevan a cabo hidrólisis enzimáticas que podrían ser una opción que sustituya a las hidrolisis químicas. En este sentido, este proyecto se encuentra en una segunda etapa en la que se desea hacer uso de lacasas, un tipo de enzimas, para reducir el uso de reactivos químicos con lo que se estaría buscando disminuir la contaminación en agua y bajar costos, obteniendo así un producto con la misma calidad que se lograría a partir del proceso químico.

A partir de la presente investigación se identifica la necesidad de desarrollar productos fabricados a partir de materias primas alternativas, los cuales sean viables desde una perspectiva técnica, ambiental y económica, puesto que los artículos no biodegradables utilizados de manera cotidiana dejan una huella ecológica significativa, no solo a partir de los residuos que se generan durante el proceso de fabricación, también los que quedan cuando el producto terminó su vida útil y se desecha, sin embargo si se generan productos biodegradables, estos producen un menor impacto negativo al desecharse.