Las Serpientes
Por: Ricardo Morales / @riva_leo

Ayer inició de manera formal la campaña por Casa Puebla, en la cual compiten por Morena, Luis Miguel Barbosa Huerta; por el PAN, en candidatura común con PRD y Movimiento Ciudadano, Enrique Cárdenas Sánchez, y por el PRI, Alberto Jiménez Merino.

Barbosa parte como amplio favorito para llevarse la elección, luego de que el año pasado compitió contra la fallecida Martha Erika Alonso y obtuvo más de un millón de votos.

La experiencia acumulada en su primera participación, así como estar bajo el cobijo de la marca del presidente de la República, son dos de sus principales fortalezas para el hombre nacido en Zinacatepec, en el corazón de la Sierra Negra de Puebla.

Precisamente su principal fortaleza, la marca, es lo que hace a Barbosa el favorito a Casa Puebla, sin hacer a un lado sus tablas y su conocimiento del estado. El candidato de Morena a la gubernatura es un hombre fogueado en las grandes ligas, luego de haber sido coordinador de los diputados del PRD en San Lázaro y también de los senadores de su ex partido.

A diferencia de lo que ocurrió el año pasado, Luis Miguel parte con la ventaja en todas las encuestas, todos y cada uno de los sondeos lo marcan como el favorito con ventajas que oscilan entre los 20 puntos, sobre todo cuando se pone sobre la mesa la marca Morena contra el resto de los partidos.

En los careos también sale arriba de sus dos adversarios, lo cual le da fortaleza a su postulación, aunque no debe confiarse ante la ventaja, porque en otras ocasiones hubo quienes perdieron luego de encabezar los sondeos. Precisamente para eso son las campañas, para contrastar y, en algunos casos, revertir tendencias.

En el papel, su mayor adversario sería el ex rector de la Universidad de las Américas Enrique Cárdenas Sánchez, una figura respetada en el ámbito académico, pero con nula experiencia en el campo político, lo cual es su principal hándicap en contra.

Cárdenas cuenta con una buena presencia, pero su marca no le ayuda, mucho menos la guerra interna que se desató al interior del albiazul luego de su designación como candidato.

Por si fuera poco, el nombramiento de su coordinador de campaña, Gabriel Hinojosa Rivero, terminó por acrecentar el rechazo entre cierto sector de la militancia albiazul, luego de que el ex alcalde de Puebla traicionara en varias ocasiones al PAN, partido del cual abandonó sus filas.

Sus otros dos aliados, Movimiento Ciudadano y PRD, en términos de aportación de votos, no representan prácticamente nada, aunque habrá que ver qué tanto interés tiene y recursos invierte el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, en esta su primera aventura electoral en busca de consolidar una estructura que le permita competir por la Presidencia de la República en 2024.

El PRI puede ser la gran sorpresa electoral, aunque difícilmente le puede alcanzar para ganar la gubernatura.

Su candidato, Alberto Jiménez Merino, es una buena carta, cuenta con el respaldo del ex gobernador Mario Marín y de su grupo, el cual tiene extendidos sus tentáculos por todo el estado.

La ventaja de Beto Jiménez es que conoce todos y cada uno de los rincones de la entidad, aunque también hay que decirlo: siempre ha sido un personaje de bajo perfil.

Esta es la tercia que se disputa el predominio de la entidad, cada uno con sus fortalezas y debilidades.

Habrá que ver qué tipo de campaña realiza cada uno de ellos y si logran obtener el objetivo deseado. En el caso de Barbosa, mantener la delantera con la que arranca, y en el caso de Cárdenas y Jiménez Merino, reducir la ventaja y, por qué no, alcanzar a quien actualmente es el puntero.

 

EL VOLCÁN TAMBIÉN ES FACTOR PARA LA ELECCIÓN

La actividad que registra el coloso que vigila el valle de Puebla, el volcán Popocatépetl, es otro factor a tomar en cuenta en la elección del 2 de junio.

Habrá que ver qué dice el coloso en los próximos días y cuáles son las implicaciones que puede tener su actividad.

A horas de arrancada la campaña, el volcán, una fuerza incontrolable de la naturaleza, puede ser factor determinante, sobre todo si es necesario evacuar a las poblaciones aledañas al gigante, que está convertido en una gran amenaza.