Reunido con integrantes del Sindemex, el candidato por Juntos Haremos Historia hizo público su agradecimiento a Francisco Romero, quien estuvo con él durante la contienda electoral del año pasado.

Por: Guadalupe Juárez

La reunión de Luis Miguel Barbosa Huerta con integrantes del Sindicato Nacional de Empresarios (Sindemex) en Puebla da una pauta de cómo será la relación entre la iniciativa privada y el ex senador, de llegar a la gubernatura.

Al lado de Francisco Romero Serrano —de los pocos representantes de empresarios que lo apoyó la campaña pasada— Barbosa Huerta promete que no habrá más esferas de privilegios entre el sector y que todos podrán participar en concursos de licitaciones y proyectos gubernamentales.

También dice que quedará atrás el “episodio oscuro” donde había empresarios reprimidos por manifestarse o criticar a la administración estatal.

Y así, se asoma el mensaje dirigido a la cúpula empresarial que ahora mismo arropa a Enrique Cárdenas Sánchez en un hotel de la zona de Angelópolis, a la que acusa de haber permitido abusos del poder en turno.

“En Puebla como en todo el país las cosas se fueron deformando por los excesos de los gobernantes, y también porque la gente fue asumiendo posiciones de temor por alzar su voz, de protestar. Otros porque eran beneficiarios de esta situación y formaron parte de privilegios y de beneficios”, acusa.

Barbosa Huerta relata que a los que protestaban o asumían la crítica al gobierno en turno eran bloqueados para participar en cualquier actividad relacionada con presupuesto público y auditorías desde la Secretaría de Finanzas y Administración, mientras esos “otros” recibían privilegios.

“Todo eso ocurría en el ámbito empresarial, de la sociedad civil. Era aberrante, borraron la oposición política de Puebla, penetraron los partidos políticos”, lamenta.

RECONOCE APOYO DE FRANCISCO ROMERO

2018 no ha quedado del todo olvidado para Barbosa Huerta. En su discurso con los empresarios no puede evitar recordar los ataques a los que se enfrentó a diario y, por eso, la mañana de este martes reconoce a Francisco Romero por su apoyo desde el COE. “Gracias, Paco”, le dice, y el salón con decoración color vino estalla en aplausos.

El candidato sigue con el repaso de lo vivido el año anterior: el día de la elección, la pugna en tribunales, la tragedia de diciembre, la caída del morenovallismo sin su líder.

“Cambiaron las condiciones y yo aparecí en las mediciones como el poblano mejor posicionado dentro de Morena y del esquema político”, asegura con niveles que alcanzarían —compara— con un boxeador o un cantante, que no lograría otro político y por lo que cree conseguirá la gubernatura.

NO DA CHEQUE EN BLANCO

Aunque la promesa a los empresarios es borrar la dinámica de los últimos años, en la que se incluía los moches por asignar contratos, y priorizar que el dinero público se quede en Puebla, advierte que la iniciativa privada poblana tendrá que proponer las mejores opciones en cuanto a calidad y precio.

“A los empresarios les digo, certidumbre para sus actividades, transparencia en el manejo de los recursos públicos y licitaciones y permisos sin círculos de privilegios, no estoy pidiendo dinero para la campaña. Si los empresarios poblanos son los que hacen la mejor propuesta, ganarán el concurso, el presupuesto se va a quedar en Puebla si hacen la mejor propuesta”, promete en medio de aplausos y abrazos.