Garganta Profunda
Por: Arturo Luna Silva / @ALunaSilva
Si quedan esperanzas y hay habilidad en los contrincantes del candidato puntero a la gubernatura, Luis Miguel Barbosa, por Juntos Haremos Historia, el debate del domingo debe aprovecharse como el último tren hacia la pelea efectiva para no quedarse mudos, agitando un pañuelo, simbolizando la despedida, desde la estación del fracaso. El abanderado por el PAN, PRD y MC, Enrique Cárdenas Sánchez, tiene la última bala para mostrarse como un competidor real, no como el remedo de opositor que hasta ahora ha sido. El priista Alberto Jiménez Merino, si supera su nerviosismo y esta vez no sale leyendo apuntes podría rescatar la dignidad propia y algo para su partido; la dignidad de una derrota honrosa, por lo menos. En tanto, el viento se ve favorable para el morenista, por su experiencia en la confrontación discursiva y su holgada ventaja. El ejercicio organizado por el INE es, en conclusión, la batalla final.
Este ejercicio, apenas el quinto en la historia de las elecciones poblanas a gobernador —el primero fue en los comicios de 2004—, se prevé que tendrá una bajísima audiencia.
En horario y día, domingo 20:00 horas, competirá con programaciones de interés masivo.
Encima, aunado al tradicional desinterés de los ciudadanos en estos temas, no hay garantía todavía de su transmisión en todos los canales privados y por televisión abierta.
Así lo informó en Puebla este lunes Ciro Murayama, presidente de la Comisión Temporal de Debates y consejero del Instituto Nacional Electoral (INE), en respuesta a la queja del abanderado Enrique Cárdenas por la baja difusión, la que aprovecha para victimizarse, o para esconder su incompetencia.
Precisamente el ex rector de la Udlap tiene en este único debate formal el último tiro, con la última bala de su campaña, para acertar en el blanco y subirse con seriedad a la contienda, en la que sus bandazos ideológicos, cambios de humor y malas decisiones, han sido constantes.
¿Será esa última bala efectiva o solamente de salva?
¿Acertará o se le revertirá?
No hay que perder de vista la advertencia de Barbosa de que sacará a la luz la ropa sucia de Enrique Cárdenas.
Dijo que le saldrá “una colota” al señor de la “transparencia”, que tanto se ha quejado —lo volvió a hacer este lunes— con desesperación, de por qué la prensa no investiga el patrimonio del ex senador por Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Es la estrategia que repite cada vez que reporteros lo interrogan sobre su hotel, su beca del Conacyt con dinero público y otras más, en donde entra casi en histeria y sale gritando “chingados” y “chintrolas”, como si fuese el descontrolado personaje del doctor Chapatín en la célebre comedia producida y escrita por Chespirito.
Pondría el color o la anécdota chusca al encuentro de este domingo en el Complejo Cultural Universitario (CCU) de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), si tiene uno de sus ataques de tenue furia.
En tanto, quien menos tiene que perder, porque ya todo está perdido, es el abanderado priista Alberto Jiménez Merino.
Él sepultó sus posibilidades de sacar al Partido Revolucionario Institucional (PRI) del sótano de las preferencias en Puebla en el momento mismo en que apareció con el hoy prófugo Mario Marín, en su rendición de protesta.
Ahí se acabó su campaña.
No entendió la lección de Blanca Alcalá, quien en 2016 cometió el mismo error de sacarse la foto con el Góber precioso al inicio de su campaña, y nunca más pudo levantarse de la lona.
Si Jiménez Merino sale con gallardía, y no con su característica inseguridad, y evita leer en su libreta Scribe Clásica Escolar, con señaladores —como en el encuentro que organizó la Iniciativa Privada—, lo que debiera decir de memoria y con habilidad para improvisar, algo de dignidad rescatará.
El papel, el escenario se pinta propicio para Barbosa, pues ninguno de sus contrincantes tiene la capacidad discursiva que le hemos visto al de Zinacatepec en intervenciones partidistas y en sus ejercicios como diputado federal y senador. En 2018 se enfrentó con la fallecida Martha Erika Alonso y Enrique Doger, en un ataque coordinado —al que se sumó Michel Chaín—, y no lo hizo nada mal.
Además, no va desarmado.
Llevará consigo, nos dicen, parque para contraatacar, si es necesario.
Sus habilidades de tribuno, si las deja ver este domingo, lo ponen como el favorito natural para ganar.
Si en los 44 días que llevamos de campañas, de un total de 60, no han cambiado las cosas, es previsible que tampoco lo hagan con este ejercicio que tiene obligatoriedad en las normas electorales.
Sin embargo, mal harían los que van abajo en desperdiciar la oportunidad.
Y peor haría el puntero en confiarse o en no afianzar su delantera.
Es el último tren, es nocturno y solamente tiene ruta de ida.
No será precisamente una disputa propia de #JuegoDeTronos, pero el #DebateINE en Puebla podría resultar no tan aburrido como muchos estiman.