Disiento
Por: Pedro Gutiérrez

A siete días de que concluya el proceso electoral extraordinario por el que se elegirá gobernador, la suerte parece estar echada y todo indica, según las encuestas serias que se han publicado, que habrá un claro ganador. Para tragedia del PAN y los panistas, ese triunfador no es Enrique Cárdenas. Aquí les comparto, como panista de más de 20 años de militancia, por qué creo que la gente no va a votar por el otrora candidato impoluto:

1) Enrique Cárdenas no es panista, y justo este era el momento, después de la tragedia del 24 de diciembre de 2018 donde perdió la vida la gobernadora Martha Erika Alonso, de impulsar un panista connotado que sintiera verdaderamente los colores de la camiseta. Se optó por un candidato que no sólo no es de origen blanquiazul, sino que repudia al PAN.

2) Enrique Cárdenas no es un ciudadano impoluto, por el contrario, resultó ser una auténtica fichita, un verdadero fraude desde el punto de vista de lo que más presumía: honestidad, honradez y transparencia; al final del camino resultó ser el más manchado de los candidatos. Desde el conflicto de interés teniendo a su hija trabajando con un magistrado del TEPJF para sentenciar siempre a su favor, hasta el patrimonio oculto y dolosamente declarado en su 3de3, Cárdenas es un tramposo de marras.

3) Enrique Cárdenas es producto de la imposición antidemocrática, pues no surgió como un candidato electo al interior del PAN, sino del flamígero dedazo impulsado por Marko Cortés. Lo peor: simularon un procedimiento de designación en el que se habían anotado como aspirantes verdaderos cuadros, como Paco Fraile y Luis Paredes, pero al final Marko Cortés impuso al académico.

4) Enrique Cárdenas es el producto de la visceralidad antimorenovallista, pues antes que imponerlo como candidato para pelear por la plaza, al candidato lo designaron para acabar con lo mucho o poco que quedaba del morenovallismo. Así, Marko Cortés mató dos pájaros de un tiro: impuso antidemocráticamente a quien se le antojó, y a la vez pulverizó al grupo en el poder que desde el PAN y el gobierno estatal transformó Puebla en los más recientes años.

5) Enrique Cárdenas es un títere de El Yunque, pues el grupo que lo ha apoyado desde hace años y que, en consecuencia, ahora lo adoptó en la campaña es esa organización política secreta que quiere imponer sus verdades como dogmas y que, por ende, es profundamente antidemocrática. Personajes peligrosos como Eduardo Rivera, Juan Carlos Mondragón y otros de menos nivel rondan las oficinas del Comité Estatal del PAN, prestos a adueñarse del partido, pues lo consideran como patrimonio de El Yunque.

6) Enrique Cárdenas no hizo campaña y está rodeado de simuladores, ya que en los casi 60 días de proselitismo se limitó a realizar cruceros para volantear en las avenidas de la capital, así como a caminar algunas calles y mercados también de la zona metropolitana. El fallido candidato a la gubernatura parecía más bien postularse para una diputación local, quizá regiduría. Apenas salió al interior del estado, donde los eventos fueron verdaderamente desoladores, trágicos. Raquítica sería la mejor definición de la campaña de Cárdenas.

7) Enrique Cárdenas no hizo campaña y odia a los partidos, pero sí se gastó el dinero de las prerrogativas; el candidato resultó ser un derrochador electoral, pues al corte del 27 de mayo, ya había erogado más de 31 millones de pesos en una campaña que sencillamente no se ve: no hay eventos masivos, no hay bardas, hay pocos espectaculares, etcétera. Lo peor para el PAN es que de ese dinero gastado, 20 millones los puso el blanquiazul. Muchas facturas (seguramente infladas), poco proselitismo del economista.

8) Enrique Cárdenas desaprovechó el debate, pues aún cuando dicho foro se consideraba una oportunidad de oro para contrastarse con los otros candidatos –apelando a su larga vida académica–, resultó una verdadera decepción. A Cárdenas se le notaba apresurado, sin ejes concretos de discurso, ansioso por golpear a Barbosa sin lograr conectar un golpe contundente. Lo peor: en toda la campaña, sobre todo en el debate, observamos a un Cárdenas incapaz de dirigirse al electorado de manera directa, franca y articulada. No sabe hablar sin leer un discurso elaborado. ¿no que muy
académico?

9) Enrique Cárdenas no sumó a panistas a su campaña, sino que logró alejarlos; en efecto, más allá de los panistas de El Yunque que por mera conveniencia aparentaron apoyarlo en su aventura electoral, los panistas de todos los grupos y expresiones nos alejamos para esperar que esta tormenta amaine, después de la inevitable derrota. No fuimos convocados a participar, por el contrario, la zona de confort de Cárdenas incluye hacerse ayudar de meros incondicionales bastante ineptos, como Gabriel Hinojosa, Jorge Machuca o Ángeles Navarro.

10) Enrique Cárdenas no quiere ganar, sólo posicionarse él y su movimiento pseudociudadano para 2021 y ulteriores elecciones. Efectivamente, no duden ustedes que el candidato sólo haya usado al PAN como plataforma para impulsar a su grupúsculo Sumemos, con miras a la alcaldía de la capital en dos años. Aquí se explica por qué no sale de la zona metropolitana en su campaña y le valen un cacahuate los 216 municipios restantes en el estado.

Estas son las 10 razones por las que los panistas y ciudadanos en general no podemos ni debemos votar, en pleno ejercicio de congruencia, por ese candidato fallido de nombre Enrique Cárdenas.