Las Serpientes
Por: Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo
Quien gane la elección del próximo domingo, que todo parece indicar será Luis Miguel Barbosa, tiene grandes pendientes por atender, pero el número uno, sin lugar a dudas, es el tema de la inseguridad.
La descomposición social que vive Puebla no es un tema menor, mucho menos fácil de resolver; es un asunto bastante delicado que deberá atraer toda la atención y capacidad del gobernador y su equipo de trabajo.
La mayor parte de la población, casi 80% de la ciudadanía de Puebla y su zona conurbada, de acuerdo con los últimos datos del INEGI, se sienten inseguros; este es un tema de percepción contra el que poco se puede hacer.
Es necesario que haya acciones inmediatas y determinantes de la nueva administración, durante los primeros días de esa gestión para que cambie este tema de la percepción ciudadana, cosa que no va a ser nada fácil.
Luis Miguel Barbosa, durante el debate celebrado el domingo 19 de mayo, señaló que los primeros 100 días de su administración llevará a cabo un intenso programa para depurar a los cuerpos de seguridad en el estado; esperemos que así sea.
Puebla ha vivido el primer cuatrimestre más sangriento de toda su historia y la cifra no disminuye, al contrario, la violencia se generaliza contra las mujeres que hacen ejercicio a plena luz del día y también contra comensales en las plazas comerciales más importantes de la capital.
El Cártel Jalisco Nueva Generación ha sembrado el terror en las carreteras poblanas haciendo de la autopista Puebla-Orizaba y Puebla-Ciudad de México, las más inseguras del país por los robos cometidos a los tráileres y autobuses del servicio público mercantil.
La labor que tiene por delante la nueva administración será titánica, no sólo es su responsabilidad, pues han sido años en los que se dejó crecer al crimen organizado y se pagan las consecuencias, pero ahí está el reto para quien quiera ser gobernador.
No por nada Puebla es primer lugar en robo de gas LP y cuenta con la autopista más peligrosa para transitar de todo el país: la Puebla-Orizaba, número uno en robo a transporte de carga. Qué nadie se llame después engañado, ese es uno de los más grandes retos.
El segundo reto es la generación de empleo. Puebla es la capital de las universidades en el país, después de Ciudad de México; debido a ello, la demanda de empleo rebasa la oferta que existe.
El dinamismo económico que vivió Puebla no puede detenerse, la infraestructura turística creada por las anteriores administraciones debe mantener su dinamismo, so pena de que la entrada de recursos vuelva a escasear.
La llegada de Audi y la industria militar al Puerto Seco fueron dos excelentes noticias, pero no se debe detener el ritmo de las inversiones en sectores clave como la industria automotriz.
Si se logra cumplir con esos dos grandes retos se atenderá otro tema que duele y lastima a los poblanos: la pobreza, que se concentra en los centros urbanos como Puebla capital y algunos municipios del interior del estado.
Otro pendiente deberá ser que los presidentes municipales trabajen a favor de su comunidad y que, si hay excesos en el ejercicio del poder, este sea castigado, sin importar la filiación partidista.
Cuentas claras de todos los alcaldes y no más impunidad para quienes saquean de manera inmisericorde la Hacienda pública y el dinero de todos los poblanos.
Sé que parece una carta dirigida a los Reyes magos, pero son los grandes pendientes que va a enfrentar el próximo gobernador. No será nada fácil su labor, cada uno de los problemas ha crecido, en muchos de los casos, por la visión cortoplacista que suelen tener quienes ejercen el poder.
Los cinco años y seis meses que tendrá el próximo titular del Poder Ejecutivo serán determinantes para marcar el camino en busca de un mayor equilibrio social, pero también para recuperar de alguna manera la seguridad perdida.