Garganta Profunda
Por: Arturo Luna Silva / @ALunaSilva
Muy criticado por su oportunismo, por su colmillo retorcido y por utilizar y dejarse utilizar en la danza del poder, pero el Partido Verde Ecologista de México se convirtió en el gran aliado para concretar el triunfo de Luis Miguel Barbosa como gobernador del estado de Puebla. No sólo obtuvo más de 8.4% del total de los votos emitidos, una cifra histórica que significa oro molido en los resultados finales para la coalición Juntos Haremos Historia, sino que rebasó su promedio de votación nacional, que el pasado domingo fue de alrededor de 5%. “Haiga sido como haiga sido”, el peso específico del PVEM se vio y se sintió, a diferencia de los dizque operadores de Morena —alcaldes, diputados locales, diputados federales y senadores— que creyeron que el efecto AMLO todavía les alcanzaba o se tumbaron en la hamaca, o traicionaron, o no supieron o no quisieron hacer su chamba.
El dirigente estatal del PVEM, Juan Pablo Kuri Carballo, demostró una vez más su capacidad para diseñar la estrategia electoral en momentos clave para lograr el crecimiento inusitado de esta fuerza política desde que asumió la presidencia del partido en 2014.
Por la trascendencia de la elección del pasado domingo, el Verde fue sin duda la revelación e hizo la gran diferencia como fuerza política consolidada; por primera vez en su historia, en una elección no concurrida, sumó casi 128 mil 500 votos que corresponden a un porcentaje superior a 8.4% del total de los sufragios.
Con estos números, quedaron atrás los tiempos en que el partido luchaba simplemente para obtener su registro, para convertirse hoy en un instituto político valioso que representa una alternativa real para los electores poblanos que han confiado en sus propuestas y en el trabajo del diputado local Juan Pablo Kuri, quien ha sido en los hechos el gran aliado de Miguel Barbosa.
Como ya se ha señalado, Morena no habría ganado solo como partido, sí lo hizo como coalición, gracias a sus aliados como el Verde y también el Partido del Trabajo, cuyos dirigentes nacional y estatal tomaron la mejor decisión para ir en alianza y lo demostraron con resultados. El caso del PT también es digno de resaltar: este instituto político dirigido por Liz Sánchez hizo un estupendo trabajo. No sólo logró más de 160 mil votos, 10.2% del total, sino que se colocó el principal partido aliancista y como cuarta fuerza política en el estado, toda una sorpresa.
La aportación del partido Ecologista en distintos distritos y municipios fue clave para la victoria, ya que incluso en varias casillas resultó ganador absoluto, lo que a la postre le sumó al candidato y virtual gobernador electo.
Kuri asumió el liderazgo del Verde en Puebla en una etapa difícil, de estancamiento electoral, pero poco a poco, pese a las críticas y los tropiezos, ha logrado un repunte importante.
Por ejemplo: en la elección de 2015, el partido aportó los votos necesarios para el triunfo de la coalición y en la contienda de 2018 obtuvo 5% de la votación total, con triunfos en 10 presidencias municipales.
El PVEM, pues, contra todo pronóstico, entregó buenas cuentas y mostró su verdadero peso específico, a diferencia de presidentes municipales, diputados federales y estatales, senadores y supuestos operadores de Morena que presumieron una fuerza que sencillamente no lograron demostrar el 2 de junio porque el PAN fue el partido más votado, tanto que sin las alianzas construidas por Miguel Barbosa con el Verde y el PT, hoy se estaría viendo un resultado y una realidad muy diferentes.